Acampada de las trabajadoras delante de la empresa Art i Sans de l’Ametlla para pedir el cobro de las mensualidades adeudadas

Varias trabajadoras de ART i SANS HORECA SL de la Ametlla del Vallès han reanudado hoy una acampada ante la empresa para reclamar el pago de las retribuciones que les deben desde el pasado mes de agosto. El pasado viernes trabajadores y empresa llegaron a un principio de acuerdo que, según el sindicato CNT, la empresa finalmente no ha cumplido.

Ante este bloqueo de las negociaciones, la CNT ha puesto en marcha una campaña de boicot a la empresa cárnica de l’Ametlla centrada en sus clientes, principalmente bares y restaurantes de diferentes poblaciones del Vallès. Los sindicalistas hablan con estos establecimientos, les informan de la situación laboral de la empresa y les piden que no compren mientras persista este conflicto.

«La mayoría de los establecimientos que han sido informados sobre los abusos de la empresa hacia las trabajadoras se han adherido al boicot, dejando de comprar los productos de ART i SANS. Con esta medida se pretende presionar a la empresa con el fin de desatascar las conversaciones con los representantes de las trabajadoras», explican desde la CNT.

El sindicato CNT explica que ayer miércoles 5 de octubre tuvo lugar una reunión en el Ayuntamiento de L’Ametlla del Vallès, municipio donde está la sede de la mercantil cárnica. En este encuentro tomaron parte una representación de la sección sindical de CNT y la asamblea de trabajadoras afectadas, el sindicato CNT, Óscar Riu de la Dirección General de Relaciones Laborales, Trabajo Autónomo, Seguridad y Salud Laboral de la Generalitat, el Secretario de Empresa y Trabajo de la Generalitat Oriol Sagrera y el alcalde de la Ametlla del Vallès Pep Moret. Fruto de esta reunión se ha convocado una mediación con la empresa, las trabajadoras y el sindicato CNT en el Departament de Treball.

CNT denuncia que este conflicto laboral tiene «sesgo machista» ya que los impagos afectan mayoritariamente a mujeres trabajadoras de la empresa, a las que ha dejado sin empleo y sin cobrar durante más de dos meses. En cambio, ha mantenido y respetado las condiciones de trabajo de las personas que se ocupan del obrador, en su mayoría hombres. Esto, apunta el sindicato, «se debe a la política más que cuestionable de división sexual del trabajo que aplica esta empresa, según la cual las mujeres principalmente trabajan en las tiendas, que han sido cerradas, y la mayoría de los hombres en el obrador, que mantiene su actividad».