Roberto Giménez

Ésta una historia que casi nadie sabe, pero que es tan real como cada domingo escribo en REVISTA DIGITAL DEL VALLÈS: La rebelión de todos los concejales franquistas en 1962 cuando el gobernador civil de Barcelona cesó al alcalde Carlos Font Llopart  que consiguió, contra la voluntad de Fomento Nacional del Trabajo, que el tren no pasará por el centro de Granollers

El cacique de Granollers, Mariano Ganduxer alias ´ el rey de la patata’ el señorito que ponía y quitaba alcaldes en toda la comarca, que amasó una gran fortuna en los tiempos del hambre y del estraperlo (años 40). No quiso que Carlos Font continuara siendo alcalde.

Font era notario en la ciudad, entonces los ayuntamientos no pagaban sueldos a los alcaldes, y tenían que trabajar por eso los gobernadores nombraban a adictos al Régimen. El notario lo era porque en el verano de 1936 los anarquistas habían asesinado a su padre que veraneaba en su torre de Sitges…

Font era franquista, pero Mariano Ganduxer no lo quería, por cuestiones personales, y el rey de la patata pidió al gobernador civil que lo cesara. El gobernador civil pidió permiso a Madrid para cesarlo. Como las cosas  de palacio van despacio, la orden  llegó un año tarde, pero llegó el motorista del gobernador con el nombramiento del industrial Joaquín Trullás como nuevo alcalde.

Pere Viaplana Riera, jefe de la Falange local, había ido a Madrid para pedir a su general de la Legión, Viaplana con dieciocho años pasó a los nacionales, le pidió a su ex superior que no hiciera caso a la orden del gobernador, por eso quedó congelada. La orden se hizo efectiva cuando el general se jubiló…

La reacción de los concejales fue a hacer el vacío a Trullás, y el gobernador cabreado nombró de alcalde a Francisco Llobet…

Roberto Giménez