Ilustre conversador
flemático y vehemente:
me alucinó Josep Pla,
con su léxico imponente.
Con los versos de Sagarra
iniciamos el encuentro.
La Colonia Catalana
fue la sede del evento;
aquella tarde ceutí
presente en mi recuerdo:
larga conversación
del eminente maestro.
La excelsa conversación
fue regada con buen vino,
para complacer a Pla
de los caldos entendido
y entre sorbito, y sorbito,
fue liando un cigarrillo.
Me interrogó conversando
y me narró cien escenas
con su rica narrativa,
de maestro de las letras.
Tuvo que ser en Ceuta,
la inolvidable vivencia.
Francisco Barbachano