En abril di a conocer mis libros de ´MEMORIAS DE UN EXDIRECTOR’ pensados para vender en Sant Jordi desde 2013, y que éste año no se pudo vender por el ‘puto virus’ que nos tiene confinados, el diseñador y amigo de toda la vida Jonathan Gelabert creó un canal actual de venta por internet. El dominio TYEP.NET de los libros que está funcionando muy bien porque al último libro gratuitamente se le añade la historia de dos personajes públicos y amigos tan conocidos como el ex alcalde Francisco Llobet y Pere Viaplana.
El libro se titula el FIN DEL VALLÈS que ha tenido muy buenas críticas y tiene muy buena aceptación, me lo dicen mis lectores. También lo encontrarán en LA LLIBERIA CARBÓ, aunque les aconsejo que lo compren por internet porque en CARBÓ no regalan el segundo libro.
Hace dos domingos salió publicado en éste medio de comunicación, que tan eficazmente pública los datos diarios de ésta epidemia en éste desgraciado año a causa del COVID 19.
Todos trabajamos para que este año sea mejor que el 2019, el peor año en lo personal, para olvidar…
En la serie no hablo de Neus, mi mujer, expresamente porque es una persona muy discreta que siempre ha querido estar en la sombra. Mis amigos de CAFÉ, y los ex compañeros, saben que es una mujer inteligente que he tenido siempre a mi lado, no se ha querido meter en mis cuitas profesionales, pero que hemos compartido todas las historias. Ha sido la mejor compañera que podía tener, y hoy quiero contarlo públicamente porque es una gran mujer, es de justicia, y además atractiva…
El otro hombre esencial en mi vida profesional es el granolleri Joan Viñallonga, mi fiel amigo que me apoyó cuando en septiembre de 1983, recién casado, me propuso ser director del ‘VALLÈS’, como popularmente se conocía a LA REVISTA DEL VALLÈS, que aún hoy, siete años después de su muerte, añoran los 72.000 lectores que teníamos contados por EL BARÒMETRE DE COMUNICACIO DE LA GENERALITAT DE CATALUNYA.
Joan fue mi padrino profesional porque nadie de entre los doce propietarios de la SL que editaba LA REVISTA DEL VALLÈS me conocía, no era de Granollers, pero a los doce hombres “con piedad” les demostré que él tenía razón. Por mi larga trayectoria profesional, casi treinta años, fui el director decano de España, y le estaré siempre agradecido.
Es un honor que tengo, no es vanidad pero sí orgullo…
Roberto Giménez
