El Tribunal Supremo ha confirmado íntegramente la condena de 14 años y 11 meses de prisión impuesta por la Audiencia de Barcelona a Marc Basbarà, el Mosso d’ Esquadra que apuñaló a un taxista en Sant Fost de Campsentelles el 22 de septiembre del 2011, según informó este lunes el TSJC. De este modo, la Sala Segunda del alto tribunal ha desestimado el recurso presentado por el agente contra la sentencia de la Audiencia de Barcelona. El policía, que estaba fuera de servicio, apuñaló e intentar degollar un taxista de Barcelona después de haberle pedido el importe del trayecto. Por estos hechos, la Audiencia de Barcelona condenó al policía por un delito de intento de asesinato con alevosía.
En su sentencia del pasado mes de junio de 2014, la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona condenaba a la pena máxima por intento de asesinato al agente de los Mossos d’Esquadra Marc Barbarà, que estaba ya suspendido de empleo y sueldo desde que en septiembre de 2011 fue detenido por apuñalar presuntamente al taxista, de origen pakistaní.
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La sala, que también ordenó la inhabilitación del agente durante el tiempo de la condena, reprochó al acusado su «frialdad de ánimo e inquina» al agredir al taxista así como la «aleatoriedad del ataque», lo que para el tribunal demostraba que el nivel de peligrosidad criminal del agente era «extremo».
Según relató el tribunal, el acusado tomó el taxi que conducía la víctima en el paseo de Sant Joan de Barcelona y le pidió que le llevara a una urbanización de Sant Fost de Campesentelles.
Una vez en el lugar de destino y cuando el taxista le solicitó el importe del trayecto, el acusado sacó un cuchillo que había mantenido oculto, le hizo un corte en el cuello y le clavó hasta 13 puñaladas, todo ello aprovechando que estaba sentado justo detrás de la víctima y que ésta tenía puesto el cinturón de seguridad.
Cuando el taxista logró abandonar del vehículo, añadía la sentencia de la Audiencia de Barcelona, el procesado salió tras él apuntándole con una pistola en la cabeza y apretó el gatillo en varias ocasiones, aunque el arma no funcionó.
Posteriormente, el acusado se subió al taxi y arrancó, aunque a los pocos minutos regresó por haber equivocado la salida, tras lo que volvió a esgrimir su arma reglamentaria, con el cuchillo en la otra mano, y apretó nuevamente el gatillo del revólver, que tampoco llegó a funcionar.
En opinión del tribunal, se trató de una «agresión gratuita, en absoluto provocada por el denunciante y sí meramente auspiciada por el acusado, de manera deliberada y dirigida reiteradamente a la finalidad de acabar con la vida del primero».
Foto: El taxista fue apuñalado en este camino de Sant Fost en 2011