mariano

El inefable señor Sánchez, presidente electo de la inefable ANC, tiene un problema grave: se cree lisa y llanamente y diciéndolo sin subterfugios innecesarios, que todos los catalanes son memos. Ha dicho que el proceso genera desorientación y fatiga entre la ciudadanía porque ésta quiere que culmine y no entiende que el gobierno español no permita el referéndum. Para que quede claro: quien no entiende lo del referéndum es la ciudadanía, el señor Sánchez parece ser que sí lo entiende. Seguramente él habrá leído la Constitución Española, los demás no. Éstos quizá ni tan siquiera han leído el Estatut.

La afirmación de que la población no lo entiende,  constituye la demostración fehaciente de que el separatismo anda escaso de personal cualificado porque ningún líder medianamente preparado, se atrevería a infravalorar la inteligencia de sus conciudadanos. Si estos comentarios no les importa hacerlos en público, ¿qué magnitud alcanzarán los comentarios en privado?

Sería  difícil encontrar en el territorio catalán a alguna persona que no entienda por qué el Gobierno español está en contra del referéndum que pretenden los separatistas. Incluso es injusto pensar que los separatistas no lo entiendan.

A estas alturas, el señor Sánchez tendría que haberse dado cuenta que no es tan solo el gobierno español el que está en contra del referéndum, la mayoría de los grupos de las Cortes también lo están, así como la Comisión y el Parlamento europeo, o sea, la cuestión va “un poquito” más allá del ámbito del gobierno español. Este pequeño detalle se le ha escapado al señor Sánchez. Produce estupor que al señor Sánchez se le pasen por alto detalles esenciales.

En un alarde de brillantez política, el señor Sánchez ha manifestado a su vez  que si este año las inscripciones a la diada son decepcionantes para sus organizadores (y muy satisfactorias para el resto de catalanes) es a causa de que las entidades separatistas se reservan su capacidad de movilización para el referéndum que, Dios mediante, se celebrará el año que viene. Ha rematado asegurando que “la gente está en situación de reserva activa de movilización”. Es una frase para la historia, no tiene desperdicio. Suena a fascismo en su versión más pura.

A los separatistas se les puede tolerar alguna cosa, por ejemplo, que mientras no molesten demasiado, sueñen en utopías, pero, que pongan en entredicho la integridad intelectual de un pueblo, es inadmisible.

M. Riera