marianoEn España los socialistas se han escindido en dos ramas: los del PSOE y los de Podemos.

Los del PSOE demostraron su capacidad de gobierno con don Felipe González, menguaron con ZP y ahora el señor Sánchez los está llevando hacia la refundación tanto si consigue formar gobierno como si no.

Los de Podemos están más cerca del extinto comunismo que de la socialdemocracia. Parece que no se hayan enterado que un régimen de esas características sería incompatible con la UE, con EEUU e, incluso, con la misma Rusia.  Ni tan siquiera con China haría buenas migas. Su modelo de gobierno  es el promovido por el chavismo-madurismo, todo un ejemplo de obsolescencia política.  Algunos separatistas catalanes afirman que Podemos no tiene muertos en el armario como tienen otros partidos con la corrupción, ¿qué pasa con su admiración por la República Bolivariana de Venezuela, Libia, Irán…?

El señor Sánchez, el jefe ejecutivo del PSOE, tiene excesivas tentaciones de someterse a Podemos para convertirse  en inquilino de la Moncloa. Por su forma de actuar, parece que es un sueño, o una obsesión,  que arrastra desde niño y está autosugestionado que ha de conseguirlo de inmediato le cueste lo que le cueste al país.

El señor Sánchez tiene prisa, mucha prisa. Si acepta reunirse con el señor Rajoy sólo será para que éste le entregue un plano del Palacio de la Moncloa para empezar a redistribuir a su gusto espacios y mobiliario. Transmite tanta  ansia de poder que  parece capaz de trasladar por decreto la residencia del primer ministro al Palacio Real, aprovechando que éste está infrautilizado, para así dar mayor realce a su persona.

Una de la característica de toda la vida del PSOE, ha sido su respeto a la democracia, sin embargo, esto se está desmoronando. El señor Sánchez no tiene en cuenta que fueron 7.215.752 españoles los que hicieron que el PP ganara las elecciones del 20-D y por lo tanto a quien corresponde gobernar por derecho natural  es al PP y no al PSOE.

Ante la encrucijada en que se encuentra el país, el señor Sánchez se haría un favor a sí mismo, a su partido y a España entera apaciguándose y facilitando que  gobierne el partido más votado y desistiendo de presentar a los electores de ese partido (7.215.752) como unos descarriados irresponsables.

M. Riera