diabolo

Me han avisado que en la Caldera número 14, de la Sección de Escritores y Periodistas, tenemos  a un inquilino muy, muy cabreado. Tan sulfurado está el individuo que ha amenazado con denunciarnos todos al Defensor del Condenado si no le dejamos salir un ratito. Al parecer quiere reencarnarse para dirigirse al primer Juzgado de Guardia y presentar una demanda por plagio contra un Museo.  Luego, ha jurado solemnemente por la perilla de Satanás, que volverá a la caldera para seguir con su eterno castigo.

La verdad es que todo es muy irregular. De vez en cuando siempre hay algún penado que se cree muy listo y solicita un permiso para solventar algún perentorio problema terrenal. La verdad es que nunca había oído a ninguno que lo hiciera para presentar una denuncia. Y menos contra un Museo.

Intrigado por tan extraña petición he ido a ver a nuestro huésped cabreado y ha resultado ser un inglés con pinta de despistado. Le he preguntado si tenía alguna queja de nuestros servicios y me ha contestado que no, que está encantado con nosotros y que no nos cambiaría por el húmedo clima de Londres que le toco en vida.

Le he respondido que si estaba tan contento con nosotros, ¿Por qué quería salir y presentar una denuncia contra un Museo de Londres?

Me ha dicho que no era contra un solo Museo, sino contra dos y además me ha aclarado – muy serio él- que no eran de Londres, sino de Barcelona.

-¿Y que le ha hecho dos Museos de Barcelona?- le pregunté yo cada vez más sorprendido.

– ¡Pues me han plagiado mi mejor obra! – me respondió sin pestañear y con aire ofendido.

Me contó que se había enterado que el nuevo Museo Etnológico de Barcelona colocarían una urna de cartón utilizada en la consulta independentista del 9N  y una figurita de la Grossa de Cap d’Any, la lotería creada por la Generalitat en 2013. Luego me explicó que en el Born habían levantado otro complejo para explicar los sucesos de 1714.

– Los responsables de estos Museos me ha plagiado el Ministerio de la Verdad, – se quejó amargamente el inglés- que yo describí en “1984”. Se han dedicado a reescribir la historia, y construyen una realidad social a su medida. Todo para mayor gloria de lo que ellos llaman Govern y yo bauticé como Gran Hermano. Y lo que es más grave: ¡Sin pagarme una libra!, ¡Sin ni siquiera mencionarme! ¡Con lo majos que eran esos catalanes a los que rendí homenaje en 1937 y mira cómo se han vuelto ahora!

Un tipo sensato este tal George Orwell. Estoy pensado en dejarlo salir.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí