Hoy aparece una encuesta en el periódico El Mundo en la cual dice que, de haber elecciones hoy, Podemos obtendría el apoyo de un 28,3% de votos. Mientras que el PP tendría un 26,3% y el PSOE un 20,1%. Esto significa que Podemos ganaría las elecciones. No podría gobernar, pues no tendría la mayoría, pero entraría a lo grande en el congreso español.
Esto no es todo. Días atrás apareció otra encuesta en la cual se decía que Podemos ganaría por mayoría absoluta en Navarra y que sería la tercer fuerza política de Cataluña.
El tema es grave por dos aspectos fundamentales. El primero es que, aparte de algunos miembros de este partido, la mayoría son unos auténticos desconocidos. Es más, no hay nadie designado para Navarra y Cataluña. La gente ha votado sin saber quién va a ser el candidato. Mientras otros se juegan el tipo cada día, estos, sin esfuerzo -o sin bajar del autobús, como diría HH- ganan unas elecciones.
El segundo aspecto es que pocos conocen el programa y de conocerlo no se lo creen. Es imposible que nos jubilemos a los 60 años y trabajemos 35 horas semanales; que salgamos del euro; que dejemos de pagar la deuda; la renta básica entre 500 y 600 euros; salir de la OTAN; etcétera. Y de no poder conseguir todo esto Iglesias asegura que dimitirá.
Bien, ya lo puede hacer pues nada de todo esto lo podrá llevar adelante. Y lo peor de todo es que si nadie hace algo conseguirán hacerse un hueco en la sociedad política española.
La pregunta es: ¿por qué el efecto Podemos? Es muy fácil. La gente está harta de los partidos políticos tradicionales. Están hartos que no hagan nada. Y no me refiero a las leyes, sino a la corrupción y a las malas prácticas. Por desgracia ninguno de ellos se escapa. Todos tienen indeseables entre sus filas. La gente quiere mano dura. Que vayan a la cárcel y devuelvan el dinero. Iglesias les está dando un mundo ideal. Sabe perfectamente que miente, pero no lo importa. Su meta es conseguir el poder y con él la gloria.
Hay tiempo para reaccionar y los partidos políticos tienen que ser valientes y rechazar cualquier tipo de corrupción. Deben ser valientes y echar a los corruptos. Deben ser valientes y enviarlos a la cárcel. Aquel que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Iglesias es tan poco libre como los otros, pero es valiente y la ha lanzado.
No me creo que la gente esté dispuesta a votar a Podemos. No me lo creo porque considero que esos frikis no formaran parte de la vida política española. Considero que el pueblo español es coherente. Pero alguien debe poner las medidas adecuadas para que esto no ocurra. Seamos valientes porque, de lo contrario, España se convertirá en una república bananera.
César Alcalá