Foto: Xavier Solanas

REDACCIÓN

Finalmente, Isabel Milrado y su hijo, David Prieto, han tenido que abandonar su piso de la calle Rafael de Casanova, en Granollers. Después de varios meses luchando contra viento y marea –con el apoyo de la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca (PAH)- para evitar el desahucio, éste se les vino encima el pasado lunes a primera hora de la mañana. “Eran las siete y media”, relata Milrado, “cuando vinieron los agentes judiciales acompañados de los Mossos d’Esquadra y nos obligaron a abandonar el piso”. Lo hicieron, denuncia, “con muy malas maneras y llegando incluso a los malos tratos”. Finalizaba de esta manera una larga batalla que había comenzado el año pasado, cuando la entidad Bancaixa inició la ejecución de una hipoteca a la que los afectados no podían hacer frente al encontrarse ambos sin empleo ni recursos económicos.

Para Isabel y David, sin embargo, el lunes por la mañana apenas comenzaba otro calvario. Al ser echados de su casa, se encontraron “sin ningún lugar en el que pasar la noche y totalmente indefensos”. Lo primero que hicieron fue acudir al Ayuntamiento para entrevistarse con el alcalde pero, asegura Milrado, “éste no nos quiso recibir”. Desde el consistorio, la regidora de Servicios Sociales, Maria del Mar Sánchez, recuerda que este tipo de problemáticas afectan a dicha área y no directamente a Alcaldía. Por este motivo, Milrado y Prieto fueron derivados a Servicios Sociales, donde “se les orientó” sobre cómo afrontar su situación. Sánchez recuerda también que “hacía tiempo que ellos sabían que serían desahuciados, y durante todo este tiempo se les había dicho que buscaran un piso de alquiler cuyas mensualidades pudieran permitirse pagar, para poder hacernos cargo nosotros de la fianza inicial”. Se trata, insiste la regidora, del procedimiento habitual en estos casos.

“Pero no lo habían hecho y por este motivo se encuentran ahora en esta situación”. El caso es que, después de pasar la primera noche en casa de un conocido, Milrado consiguió que Servicios Sociales pagara una habitación de hotel en la que la que se encuentra alojada provisionalmente “hasta que encuentre un piso”. Una tarea difícil para Isabel y David. El segundo no cuenta actualmente con ningún ingreso, mientras que ella solamente dispone de los 561 euros mensuales que percibe en concepto del PIRMI. Teniendo en cuenta que los precios de los alquileres en Granollers raramente bajan de los 400 euros mensuales, los recursos de los que disponen madre e hijo son extremadamente limitados. Por suerte, cuentan con la ayuda de Càritas y del Xiprer para poder satisfacer necesidades básicas como la alimentación.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí