El cierre temporal de la línea de tren de Vic, necesario para avanzar en las obras de desdoblamiento entre Parets del Vallès y La Garriga, ha provocado durante su primer mes de aplicación una reducción del 20% en el número de viajeros en el tramo afectado. Los autobuses sustitutorios, que cubren el trayecto interrumpido, registran una media de unos 10.000 desplazamientos diarios, menos de la mitad de los aproximadamente 20.000 usuarios que utilizaban habitualmente la línea R3 antes del corte.

Además, cerca de 4.500 pasajeros han optado por cambiarse a la línea R2, que también conecta varios de los municipios implicados y permite llegar a los mismos destinos, aunque en algunos casos el recorrido a pie sea más largo. En menor medida, algunos viajeros han elegido la R4 en la zona de Barcelona, ya que la R3, que partía de L’Hospitalet y cruzaba la ciudad antes de dirigirse hacia el interior de Catalunya, ha dejado de circular temporalmente.

El número de usuarios que ha optado por estas alternativas ferroviarias ha superado las previsiones iniciales, que estaban más centradas en el uso de los autobuses. De hecho, la oferta de buses fue al principio superior a la demanda, pero se ha ido ajustando con el paso de las semanas.

Ajustes en el servicio de autobuses según la demanda

En La Garriga, los autobuses directos hacia Barcelona han pasado de tener una frecuencia de una hora a ofrecer salidas cada treinta minutos en las horas punta. En cambio, en Vic se ha ampliado el intervalo entre servicios debido a una menor demanda. “Estas modificaciones responden a las necesidades reales de movilidad y al diálogo con los representantes locales”, ha explicado el portavoz de Renfe en Catalunya, Antonio Carmona.

Por otro lado, el servicio ferroviario que sigue operativo por encima del tramo cortado, entre La Garriga y Puigcerdà, mantiene una media de unos 1.500 viajeros diarios. En conjunto, unas 16.000 personas continúan utilizando el transporte público, mientras que alrededor de 4.000 han optado por desplazarse en vehículo privado u otras alternativas.

Tras un mes de funcionamiento del plan alternativo, Carmona ha calificado los resultados como “razonablemente buenos”. Tanto Renfe como la Generalitat aseguran que seguirán supervisando el uso y la evolución del plan de transporte para realizar los ajustes necesarios, especialmente durante los fines de semana de invierno, cuando se prevé un aumento de los desplazamientos por motivos de ocio.