El Departamento de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat ha presentado este lunes el estudio técnico que documenta por primera vez y en detalle la fosa común del cementerio de Montcada i Reixac. Se trata de un trabajo exhaustivo que confirma que ésta es la mayor fosa de represaliados en la retaguardia de Cataluña durante la Guerra Civil.

El proyecto es un encargo que en 2023 el Departamento de Justicia y Calidad Democrática, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, encomendó al profesor de historia contemporánea de la Universidad de Barcelona, ​​Oriol Dueñas. Tal y como ha apuntado el director general de Memoria Democrática, F. Xavier Menéndez, el estudio plantea un doble objetivo: por un lado, “ampliar el conocimiento científico e historiográfico, como servicio público” y, por otro, “reconocer y dignificar la memoria de las víctimas, un deber y compromiso institucional”. Lo ha explicado en la presentación del programa I Ciclo de Memoria Democrática de Montcada i Reixac, organizado por el Ayuntamiento del municipio.

En cuanto a las principales novedades, el trabajo aporta tres significativas. La primera y más singular es que establece cifras de víctimas fiables. Entre ellas, el estudio revela la posible identidad de 164 de las 700 personas que permanecen inhumadas en la fosa sin identificar. También numera los 455 nombres de las personas que fueron exhumadas e identificadas entre el período bélico y la posguerra. Además, identifica a 7 de las 8 personas que fueron reinhumadas en Cuelgamuros por las autoridades franquistas.

La segunda novedad que presenta el estudio es la ampliación y verificación minuciosa de las diversas fuentes documentales (archivos, hemeroteca y bibliografía) que existen sobre el foso. Finalmente, el estudio determina los diferentes espacios de inhumación y contextualiza los movimientos de cuerpos que se han producido en torno a las fosas del cementerio de Montcada i Reixac.

El trabajo apunta a la necesidad de señalizar los diferentes espacios del cementerio para que éstos se reconozcan como lugares de memoria y se divulguen desde la narrativa histórica de la memoria democrática, con la voluntad de reconocer a las víctimas. Una línea de trabajo que coincide con el posicionamiento de la Dirección General de Memoria Democrática, que se ha puesto a disposición del Ayuntamiento para poder efectuar la señalización de acuerdo con los criterios de la Red de Espacios de Memoria Democrática de Cataluña.

LA FOSA MÁS GRANDE DE LA REPRESIÓN EN CATALUÑA

En el cementerio de Montcada i Reixac fueron ejecutados cientos de personas víctimas de la violencia que se desencadenó en Barcelona y en el área metropolitana durante los primeros meses de la Guerra Civil. Debido al elevado número de cuerpos que se estaban trasladando al emplazamiento, los responsables del cementerio decidieron habilitar una fosa común para enterrarlos. En poco tiempo, se convirtió en la mayor fosa de represaliados en la retaguardia de Cataluña durante la Guerra Civil, pero actualmente sólo se conserva una parte.

Inicialmente estaba situada en la parte izquierda de la entrada del cementerio y fue exhumada, en primera instancia, entre el 23 de noviembre de 1937 y hasta el 30 de marzo de 1938; entonces se recuperaron 450 cuerpos. Esta actuación, realizada por las autoridades republicanas, se realizó dentro de los sumarios de cementerios clandestinos impulsados ​​por el Juez Especial Josep Ma. Bertran de Quintana, bajo la supervisión del juzgado de Sabadell.

Más adelante, entre abril y julio de 1940, las autoridades franquistas reanudaron las actuaciones de exhumación y recuperaron 748 cuerpos. Los nombres de las personas identificadas fueron referenciados a la Causa General y sus cuerpos fueron devueltos a sus respectivos familiares; en cambio, los restos no identificados, en torno a unos 700, volvieron a ser inhumados en una nueva zanja de fosa del cementerio de Montcada i Reixac, que todavía se conserva y que se localiza entrando en el cementerio a la derecha. Esta fosa se encuentra actualmente parcialmente desaparecida porque en la mitad del espacio que ocupa, durante la década de 1970, se construyó una hilera de nichos.