A partir del próximo lunes, 30 de enero, entran en funcionamiento dos nuevos radares de tramo en la C-59 en Palau-solità i Plegamans, uno en cada sentido de la circulación, con el objetivo de reducir su velocidad excesiva, así como la siniestralidad vial. Estos sistemas de control de la velocidad, instalados por el Servei Català de Trànsit, están incluidas en el Plan de seguridad vial (PSV) 2021-2023 y, según la Generalitat “son una herramienta eficaz para alcanzar los objetivos europeos de reducción de las víctimas”.

En concreto, se pondrán en marcha dos radares de tramo entre los puntos kilométricos 8,760 y 4,905 de la C-59 que controlarán la velocidad a lo largo de 3,855 km de longitud, en ambos sentidos. El límite máximo de velocidad permitido en todo el tramo controlado será de 90 km/h.

Conviene destacar que con la entrada en funcionamiento de estos radares de tramo quedará inhabilitado el cinemómetro fijo de punto que existía en esta ubicación.

En los últimos cinco años, desde 2018, en el tramo afectado de la C-59 se han registrado 22 accidentes con víctimas, de los que 2 han sido mortales.

Con esta ampliación de la red viaria catalana equipada con dispositivos de control de velocidad, son ya 202,12 los kilómetros de la red viaria catalana controlados por este sistema de velocidad media. Con estos nuevos dispositivos, el conjunto de la red viaria catalana tiene ya 40 radares de este tipo instalados.