El día 31 de agosto de 2022 hubo un episodio de chubascos que afectaron a buena parte del país. Se acumularon cantidades localmente muy abundantes de precipitación y, además, se produjeron algunos fenómenos de tiempo violento. Las fuertes rachas de viento de origen convectivo provocaron daños materiales en el Vallès Occidental, especialmente en poblaciones como Barberà del Vallès, Badia o Cerdanyola.

Al día siguiente, día 1 de septiembre, el Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC) llevó a cabo un trabajo de campo con el objetivo de analizar los daños y así poder determinar qué fenómeno meteorológico había sido el responsable. El estudio se centró en los municipios de Sabadell y Barberà del Vallès.

A partir del análisis de la información recogida, de los datos provenientes de herramientas de teledetección y de las imágenes tomadas por varios testigos se ha podido concluir que entre los municipios de Sabadell y de Barberà del Vallès tuvo lugar un tornado de intensidad EF1 (138-178 km/h), muy probablemente con una velocidad del viento cercana a la banda más baja del rango de esta categoría.

El tornado tocó tierra cerca de la estación de Cercanías Sabadell Sud alrededor de las 16:15 TU (18:15 h) y avanzó en dirección sudeste hasta disiparse cinco minutos más tarde al cruzar el autopista AP7. Afectó a una franja de 3,4 km de longitud y de 250 m de anchura máxima, si bien en general la anchura de la traza de daños oscilaba entre 100 y 150 metros. Además, se observaron daños dispersos y de menor relevancia en otras zonas de estos municipios, así como en Badia del Vallès, Cerdanyola del Vallès y Sant Cugat del Vallès. Estos fueron provocados por el frente de racha asociado al núcleo convectivo o por un reventón (esclafit) de intensidad EF0, pero no por el tornado.