César Alcalá

El independentismo catalán ya solo tiene el idioma para marcar paquete. Esto lo acabamos de ver con el decreto de ley aprobado el lunes 30 de mayo, por el cual vuelven a saltarse la ley. Y es que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha impuesto el 25% del castellano en las aulas escolares catalanas y, el Govern no quiere pasar por el tubo y decreta no hacer caso. Esto es muy grave. Y más si oímos la intervención de la portavoz Patricia Plaja. Se considera portavoz de todos las familias catalanas, al afirmar que todos los padres de Cataluña están a favor de este decreto.

El problema de estas palabras es que forman parte de un discurso que ellos atribuyen a otros partidos políticos. Estas palabras son fascismo en estado puro. Ellos no se dan cuenta, porque es normal que uno no tenga conocimiento sobre sus derivas mentales. Discursos como los de Plaja los tenemos en los años treinta del siglo pasado. No hace falta poner ejemplos, pero ahí están. El neofascismo se ha implantado en Cataluña y esto es muy peligroso.

El decreto sólo tienes 4 artículos. Con esto liquidan una sentencia del Tribunal. En el primero expone que el objetivo de esta iniciativa es fijar los criterios aplicables en la elaboración, la aprobación, la validación y la revisión de los proyectos lingüísticos de las escuelas. el segundo artículo establece que el primero de estos criterios es que el catalán debe ser la lengua propia, lengua normalmente utilizada, lengua vehicular y de aprendizaje, y lengua de uso normal en la acogida del alumnado.

También plantea que se debe garantizar que los alumnos alcancen el dominio oral y escrito del catalán y el castellano al finalizar la enseñanza obligatoria, y subraya la necesidad de que se analice el entorno sociolingüístico de los centros, del entorno general y de los objetivos de normalización lingüística para garantizar la eficacia de los proyectos educativos y lingüísticos. Además, el último de estos criterios es la inaplicación de parámetros numéricos, proporciones o porcentajes en la enseñanza y el uso de las lenguas.

El decreto dicta que los centros educativos deben elaborar un proyecto lingüístico que se adecue a los criterios anteriores a través de las estrategias educativas y los recursos didácticos necesarios para alcanzar las competencias lingüísticas, y teniendo en cuenta las necesidades educativas y la diversidad cultural y lingüística del alumnado.

Asimismo, señala que estos proyectos lingüísticos deben revisarse y modificarse en función del conocimiento oral y escrito y del uso de las lenguas que el alumnado acredite en las diferentes etapas educativas a través de pruebas y evaluaciones tanto internas como externas en periodos no superiores a los dos años.

Como vemos el decreto entra en contradicción. Si por una parte se hace hincapié en el catalán, luego afirman que el alumno debe alcanzar un dominio oral y escrito del castellano y el catalán. Con lo cual, ¿cómo lo hacemos? Si suprimimos el 25%, ¿cómo llegaremos a que los alumnos aprendan por igual ambas lenguas?

Lo terrible de todo esto es que las cosas no se pueden imponer por decreto o porque uno la tiene más grande. El neofascismo no funciona y menos en temas lingüísticos. ¿Se debe proteger el catalana? Como todos las lenguas. Ahora bien, no haciendo prevalecer una por encima de las otras. Y, como que han perdido fuelle y están viendo la desafección de muchos catalanes con relación al procés, para mantenerse en la poltrona, para hacer ver que siguen en la lucha, atacan con el catalán y, así, cubren el expediente.

Se equivocan y mucho. Muchos jóvenes catalanes están dejando de hablarlo porque se les impone el idioma. Y no hay nada peor que la imposición. Cada vez hay más castellano en los colegios y en las calles de Cataluña. Y no un hecho de inmigración. ¡Todo lo contrario! Por rebeldía de la juventud catalana. Y estos personajes que dirigen hoy en día Cataluña están haciendo bueno a Felipe V y a Franco, los cuales nunca prohibieron que se hablara el catalán a nivel familiar y sí a nivel burocrático. Si el catalán ha sobrevivido durante siglos es gracias a esto. Las imposiciones actuales sólo conseguirán convertirlo en un idioma que acabarán hablando los más eufóricos con el procés.

Otro aspecto que no tienen en cuenta es que el catalán y el castellano siempre han convivido en Cataluña sin ningún problema. Nunca se ha impuesto y la gente ha hablado los dos idiomas con naturalidad. Quizás sería hora de que los políticos catalanes dejaran de mirarse el ombligo y se dieran cuenta que es fundamental, para el futuro de los alumnos catalanes, hablar un tercer idioma. Porque sólo con el catalán no llegarán a ninguna parte y de poco les servirá en este mundo global donde los dos idiomas más importantes a nivel mundial -dejando aparte el chino- el inglés y el castellano.

César Alcalá