
Desde el pasado viernes está vigente el toque de queda entre la 1h y las 6h en todos los municipios de más de 10.000 habitantes y con una incidencia acumulada a 7 días superior a 250 casos por 100.000 habitantes.
Sin embargo, hay diversos municipios del Vallès Oriental que, pese a no tener esta situación epidemiológica, quieren sumarse a la lista de pueblos confinados. Así lo han manifestado poblaciones como Vilanova del Vallès, Santa Maria de Martorelles, Martorelles, Vallromanes y Sant Fost de Campsentelles, además de poblaciones del Maresme.
La razón es que temen que en sus municipios, al haberse cerrado los locales de ocio nocturno y al haber toque de queda en los municipios de más de 10.000 habitantes, proliferen los botellones y no poder controlar la avalancha de jóvenes.
Los municipios temen que la situación se desborde en los próximos días y que la situación sea especialmente problemática durante las celebraciones de fin de año.