Cuando algunos se quejan de que España le ha dado la espalda a Cataluña, que con lo robado por el PP o el PSOE se podrían haber hecho muchas cosas, que Cataluña fiscalmente está en inferioridad con respecto a otras comunidades, que fuera de España viviríamos mejor, deberían leer el escrito del Tribunal de Cuentas.
Este órgano ha cuantificado en 5.422.899,28 euros el “supuesto” desvío de dinero público de la Generalitat para promocionar, por llamarlo así, el procés en el extranjero desde 2011 a 2017. U n desvío de dinero que lo manejó el llamado Diplocat. Este organismo difundió en el exterior el plan soberanista y llevó a cabo actividades de sensibilización y de implicación de la sociedad civil catalana, así como impulsar programa de visitantes internacionales.
Esto que acabamos de decir, que uno puede penar “eso es peccata minuta” asciende de a 3,8 millones de euros. Esto corresponde al 73% de la cuantía total. Pero no acaba aquí la historia. Luego tenemos ese esperpento llamado “embajadas catalanas”. Estos organismos, que no sirven de nada, solo para colocar a los amiguitos y que cobren a final de mes, se gastó 1,2 millones de euros. Nos sale caro el amiguismo.
No debemos olvidar que ya, en su momento, el Tribunal de Cuentas consideró que la organización del referéndum ilegal del 1-O tuvo un coste de 4,1 millones de euros. Con lo cual estamos hablando que estos señores se han gastado cerca de 10 millones de euros en una quimera que saben nunca conseguirán. En una quimera, par que nos entendamos, se han gastado 1,6 mil millones de pesetas.
Se desglosamos los gastos dedicados a la promoción exterior del procés, la partida del Diplocat, tenemos que, para promocionar el procés en los EEUU -los cuales aún no saben colocar Cataluña en el mapa- se gastaron 1,392.300 euros. En un Think Tank Europa y EEUU 644.904,40 euros. En visitas internacionales 543.014,10 euros. En una Web Catalonia Votes 451.171,11 euros. En argumentarios sobre el procés 308.530,29 euros. En Contrataciones 1-0 305.789,01 euros. Y en publicaciones de artículos 86.088,79 euros.

Estas cuentas nos aproximan a una exclamación. ¡Cuánta gente está viviendo del procés! Think Tank, Web, argumentarios, artículos, son intangibles donde se puede colocar todo lo que uno quiera. Lo más normal son contrataciones, el resto significa tener barrigas contentas y cafeteros que estarán a muerte con el procés, mientras cobren a final de mes.
Cuando desglosas estas cifras uno solo puede pensar: ¿cuántas cosas se hubiera podido hacer con todo ese dinero? Y es que la realidad es muy tozuda. Muchos se quejan de que hay deficiencias en la Sanidad. Que no llegan las ayudas para la dependencia. Que muchos niños estudian en módulos prefabricados (barracones). Que no se hace esto. Que no se hace aquello. Y la respuesta de la Generalitat, de los líderes del procés, es que la culpa la tiene España, porque no les da el dinero que debe.
Y luego se entera uno que se han gastado 10 millones de euros en nada. Perdón, en alimentar a barrigas satisfechas con el procés. Veamos una cosa. En Cataluña se tarda un promedio, si todo va bien, de 432 días para recibir respuesta de la administración para saber si recibirás o no la dependencia. Estamos diciendo que 380.000 personas aún esperan respuesta hoy en día. Estamos hablando que estas personas aún no han cobrado, de tener el Grado I unos 153 euros mensuales y de tener el Grado II unos 268,79 euros al mes.
Con 1 millón se puede construir un colegio o instituto. Este curso escolar 2020-2021 cierra con 1.049 barracones. Esto significa que muchos niños de Cataluña han estudiado en condiciones poco normales.
Por lo que respecta a Sanidad, faltan enfermeras y médicos. También ocurre lo mismo con los profesores y dentro de la administración. No digamos nada de las personas que lo han perdido todo y que no puede acceder a un piso social, porque no existen. No se construyen. Y así podríamos seguir.
Mientras tanto, Pere Aragonés y los que han salido de la cárcel -además de los huidos- siguen con sus mantras de amnistía, referéndum y autogobierno. Lo demás no les importa. Ellos han utilizado un dinero para engordar muchas barrigas y dejar ir proclamas que pocos se han creído. Han estructurado una mentira y la han regado con dinero. Lo peor del tema no es que lo hiciera. Lo peor tampoco es que lo vuelvan a hacer. El problema es que no hace muchos meses volvieron a ganar unas elecciones y, a pesar del Tribunal de Cuentas, las volverían a ganar. Ese es el gran problema de Cataluña. Y mientras esto no cambie, todo seguirá igual.
César Alcalá