Un total de 3.808 hectáreas de encinas y alcornoques del Montnegre quedaron defoliadas en alguna medida en 2020 por la acción de la oruga del corcho (Lymantria dispar), según se desprende de un estudio realizado por segundo año consecutivo por el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC) por encargo de la Diputación de Barcelona. El 2019, la superficie afectada fue de 1.473 hectáreas, por lo tanto, la defoliación ha aumentado en 2.335 hectáreas, un 158,52% más de superficie.
El Instituto ha usado 8 imágenes tomadas por el satélite europeo Sentinel 2 la primavera y el verano del año pasado, que después han sido procesadas espectralmente con técnicas de observación de la Tierra. Las imágenes así procesadas y sobre las que se han realizado mejoras en las correcciones atmosféricas y topográficas, han permitido detectar los cambios en la masa forestal durante el periodo de afectación de la lagarta peluda, que se sitúa en primavera-verano.
El proyecto ha sido encargado por la Diputación de Barcelona, a través del Programa de Restauración y Mejora Forestal de la Oficina Técnica de Prevención de Incendios Forestales y Desarrollo Agrario, tras los resultados satisfactorios del mapa realizado en 2019.
Por primera vez, además, se han definido los niveles de afectación de la defoliación provocada por este lepidóptero autóctono, que pone los huevos especialmente a las encinas y alcornoques, provocando su defoliación. Así, la cartografía elaborada por el ICGC ha permitido delimitar la afectación, determinar que el grado de afectación fue igual de severo que el del 2019 y también ver la evolución de la superficie afectada por la oruga en días sucesivos.