La AMB ha elegido el área comprendida entre los municipios de Montcada i Reixac, Cerdanyola del Vallès, Barberà del Vallès y Ripollet, para hacer una encuesta con el objetivo de conocer la opinión de la ciudadanía sobre algunas infraestructuras del territorio, como la N-150, la C-58, la red ferroviaria o el río Ripoll.
De acuerdo con la encuesta en línea, que recibió 1.168 aportaciones, la carretera nacional N-150 es la infraestructura percibida más negativamente. La presencia de un volumen muy elevado de tráfico privado, junto con la poca capacidad para estructurar el tejido urbano, hace que se perciba como una carretera y no como una calle, especialmente por parte de los cerdanyolenses.
Los principales factores que explican esta percepción negativa de la carretera N-150 en los cuatro municipios son el colapso viario, la contaminación, la baja calidad urbana de espacio y los usos no deseados.
Los encuestados quieren que esta carretera se transforme en un espacio más verde y más apto para los peatones, que se introduzca la movilidad activa y se a reducir el volumen de coches.
También cabe mencionar que, entre los favorables a mantener la carretera como eje para el vehículo privado, hay unanimidad en conseguir medidas para descongestionar la vía en las intersecciones.
En cuanto a la C-58, los ripolletenses son los que la perciben más como una barrera. El colapso viario y la contaminación son los principales impactos negativos de esta infraestructura. Los vecinos señalan la necesidad de aumentar el número de pasos de peatones que cruzan la C-58 y de incorporar transporte público en la autopista.
En referencia a la red ferroviaria, la población de Montcada i Reixac es la que percibe más esta infraestructura como una barrera. También es cierto que es el único municipio de la encuesta que tiene cuatro estaciones de tren y cuatro líneas de cercanías. Cerdanyola es el segundo municipio que expresa una relación conflictiva con el tren. Para mejorar este efecto barrera, 7 de cada 10 encuestados están a favor de construir más pasos a nivel para cruzar las vías y casi un 93% piensan que es necesario mejorar la calidad de los pasos existentes.
Finalmente y en relación con los espacios naturales, la mayoría de los habitantes de los cuatro municipios dicen que utilizan el río Ripoll como espacio de uso social para ir a pasear. Sin embargo, un gran número de personas en Cerdanyola del Vallés considera que no tiene espacios naturales cercanos ni accesibles, a pesar de la proximidad física de Collserola, el río Sec o el río Ripoll.
Las principales demandas van encaminadas a mejorar los bordes y el entorno del río Ripoll para tener más espacio de paseo, más calidad ambiental de los bordes y del agua y mejores conexiones con otros espacios naturales.
En cuanto al perfil de la ciudadanía que ha respondido la encuesta, hay bastante paridad en la participación, con un 52,3% de respuestas de mujeres, y un perfil de población de mediana edad, mayoritariamente con estudios superiores y que está trabajando, estudiando o ambas cosas a la vez.
Respecto a los desplazamientos cotidianos (ir a trabajar, formarse, consumir …) predomina la movilidad en vehículo privado en todas las casuísticas. La excepción es Barberá del Vallés, donde la mayoría de la población se desplaza a pie para ir a la estación o en comprar. Los más jóvenes priorizan el transporte público y la movilidad activa en todos los municipios menos Ripollet, que es el único núcleo que no cuenta con estación propia de tren.