Se ha vuelto a destapar el tarro de las esencias. Todas aquellas teorías de la conspiración volvieron a ser protagonistas el pasado sábado durante la presentación del nuevo JxCat. También se oyeron frases catastróficas y aquello tan repetido por un amplio abanico de políticos: contra peor, mejor. Y es que el resumen de la nueva performance de la antigua Convergència lo hizo Puigdemont al decir: “Sólo podremos sobrevivir si no estamos sujetos al Estado español”. ¿Sobrevivir? En su mente tiene muy asimilado que esto se está acabando y sólo la independencia salvará algo, abstracto, que nunca ha definidos y menos ha explicado lo que sucedería después de ese día en el cual “serán libres”.
El pasado miércoles un tertuliano, miembro de ERC de las Terres del Ebre y de ACN llamado Roger Heredia escribió un artículo de opinión en El Nacional. Heredia es poco sospechoso de no formar parte de ese núcleo independentista que recorre Cataluña. En su artículo decía lo siguiente:
“El presidente Puigdemont parece definir una estrategia que consiste en la pelea sistemática como modus operandi… Señor Presidente, estáis sembrando una mala semilla, un rencor, que como antes la corrupción, será una prenda que pagará el independentismo y el conjunto del país. Me da pena, mucha pena”.
Y tiene toda la razón. Desde los últimos tiempo -por no decir siempre- Puigdemont se ha dedicado a pelearse con todo el mundo. Al confrontamiento. A su alrededor se han colocado toda una serie de personajes duros como él. Abducidos por el máximo responsable y sectarios. Todos ellos hablaron el pasado sábado. El discurso de Puigdemont no ha evolucionado con el tiempo. Es el mismo que podemos leer en su último libro o en lo que dijo en la performance. Siempre habla de injusticia, incertidumbres, dificultades, garantías, futuro, recursos… Lo mismo de siempre. Nada nuevo. A Puigdemont le gusta la pelea sistemática, pero no explica lo que tiene previsto para el día después. Ese país maravilloso que argumenta se conseguirá con la independencia, ¿cómo se estructurará? ¿en qué consiste? ¿cuáles serán las novedades? ¿todos serán bienvenidos? ¿se notará el cambio? ¿iremos a mejor? Nada de todo esto ha sido explicado por Puigdemont.
Luego han intervenido el núcleo duro de Puigdemont. Aquellos que le han jurado sumisión y lealtad absoluta. Porque Puigdemont es el caudillo del independentismo y exige una fe ciega en él. Y la tiene en Quim Torra, Laura Borràs, Meritxell Budó y Albert Batet. En Bélgica tiene a Toni Comín. Todos ellos han sucumbido al caudillo y su discurso está lleno de odio. Entre ellos luchan para conseguir más favores y ser el preferido. El problema de los súbditos con los caudillos, como nos enseña la historia, es que el segundo siempre corta cabezas al conocer a uno mucho peor que el primero. Evidentemente todos aquellos que no se bajan los pantalones ya no forman parte de Junts.
Estos sumisos de Puigdemont también marcaron paquete con las mismas palabras vacías de contenido: principios, intenciones, estado represor, compromiso, libertad, democracia, progreso. Con estas palabras uno puede organizar un discurso reiterativo que levante masas. Algunas palabras son muy importantes por sí solas. Pero no cuando las pronuncian estos personajes. Pues son como loros repetitivos. Repiten lo dicho por el caudillo y, por eso, son palabras vacías que sólo sirven para levantar algún ánimo y unos cuantos aplausos. El congreso virtual de Junts ha tenido una media de unos 1.700 espectadores y se ha celebrado en el Hospitalet del Llobregat, una de las ciudades más afectadas por los rebrotes del coronavirus.
En paralelo Junqueras ha tenido u performance en Gerona con Raül Romeva, Pere Aragonés, Roger Torrent y Dolors Bassa. Este ha tenido lugar en Santa Coloma de Farners, municipio vinculado con Quim Torra. Durante su intervención le deseó surte a un partido “que ha intentado reorganizarse en diversas ocasiones, y espero que esta sea la definitiva”. Asimismo ha definido el nuevo partido como “el centroderecha del independentismo”. El pistoletazo de salida de las próximas elecciones autonómicas ha empezado. Según los mentideros el 4 de octubre. Todo dependerá de la pandemia. De alargarse mucho todo esto, con la posible vuelta a la cárcel al retirarles el tercer grado, los discursos del caudillo, los discursos de los súbditos y la situación económica y social de la ciudadanía, viviremos un rebrote caduco y desgastado de unos políticos que viven de espaldas de la sociedad.
César Alcalá