
El pasado 21 de diciembre, antes del sorteo de Navidad, ERC tuvo su congreso. En él Junquera habló en holograma y dijo una serie de afirmaciones que los suyos consideran cierta, pero que no lo son. Confesó que “se siente orgulloso de estar en la prisión por haber puesto las urnas” y a continuación que “lo volvería hacer”. Evidentemente esto levantó pasiones dentro de sus seguidores que esperaban dichas afirmaciones. Ahora bien, Junqueras mintió.
Y mintió porqué no está en la cárcel ni fue juzgado por “a ver puesto las urnas”. Fue jugado, como los otras que están en prisión -y los que huyeron también hubieran sido juzgados- por las llamadas leyes de desconexión y la declaración de independencia. El problema es que hacen creer a los suyos que están injustamente en la cárcel por haber puesto una urna. También que han sido juzgados por sus ideas. Ni una coa ni la otra son ciertas. En España no se persigue a nadie por sus ideas. De hacerse, todos estaríamos en la cárcel. Tampoco por poner unas urnas. Se les juzgo por saltarse la ley y por querer imponer un régimen totalitario, apartando a la población catalana de sus derechos constitucionales y estatutarios.
La afirmación que lo volvería a hacer es elocuente. Con un personaje así y con un partido que avala esta afirmación quiere pactar el PSOE. El problema no es que quieran pactar con ellos. Todo partido democrático es libre de hacerlo con el que tenga más afinidad. La incertidumbre estriba en el hecho que ERC “volvería a hacerlo”. Es decir, están dispuestos a romper la unidad de España. Les importa muy poco lo que ocurra a posteriori. Ellos solo piensan en su utopía. Aquella que supuestamente los llevará a una independencia. El problema es que no saben lo que hay después de ella. Parodiando a Tiziano Terzani, después de ellos la nada.
Esto lo vemos en muchos ayuntamientos gobernados por ERC. Viven el día a día y se convierten más en un problema que en una solución. Improvisan. Es lo mejor que saben hacer. Su incapacidad de gobierno hace que vayan a remolque de las circunstancias. Eso cuando se ponen a trabajar. Porque la mayoría de las veces están concentrados en los sucesos extra municipales. Esto es, los movimientos de los encarcelados, manifestaciones, sentadas, levantadas… Todo para hacer ver que hacen mucho, sin hacer nada. Y no hablemos de presupuestos. Forman parte de una fachada que en su interior está vacía. Son como aquel antiguo poblado del oeste que se levantaba en Esplugas City.
Otro problema es que ellos consideran que tienen la razón. Que no han hecho nada malo. Sólo han dividido a la población catalana. Ellos consideran que hay catalanes de primera y el resto. Con este “resto” incluyen a toda España. Y siempre han pensado así. Si leemos a Pompeyo Gener Babot nos daremos cuenta de que poco han evolucionado con los años. Están anclados en una ideología de finales del siglo XIX. Escribía Gener: “En esta Nueva España, Cataluña marchará sola avanzando, para llegar a ser el centro de una República aristárquica mediterráneas, porque nos sentimos profundamente europeos, y no queremos morirnos vegetando en el pudridero de los sepulcros. No somos separatistas. Marcharemos mirando hacia adelante, hacia Europa, en todo caso, los separatistas serán los que se queden atrás, mirando hacia áfrica. Eso sí, conocemos los catalanes que somos Arios europeos y que como hombres valemos más en el camino del Superhombre”.
Y Daniel Cardona afirmaba:“dejando aparte honrosas y rarísimas excepciones, veremos que el individuo de sangre catalana-castellana es híbrido, infecundo, como no puede ser de otra manera”.
El pensamiento independentista es racista de origen. Primero ellos, el resto no vale la pena y ellos están para salvarlos. ¿Y con unos personajes así considera el PSOE que se puede gobernar España? Creo que tienen mala tela al teler.