Roberto Giménez

Hoy quería hablar de una persona de la generación de nuestros padres de Granollers muy conocida, de un prohombre o un cacique de la ciudad, según como se mire (la mirada es subjetiva), pero no lo haré porque un amigo de CAFÉ me ha dicho que lo deje para la próxima ‘Carta del Domingo’, así lo haré Dios mediante…

Sólo tengo contacto, a través de mi ’Club de Lectores’ con tres miembros de la cuadrilla de primera juventud de  Lleida, Els de Sempre.

Hay un spot que dice que nadie cambia de colores pero sí de Banco. Toda regla tiene su excepción, y ésta tiene mi amigo Agustín que cambió de equipo: pasó del Bilbao al Madrid, supongo porque es españolista.

Con mis amigos de CAFÉ que los conozco a casi todos de finales de los 70, nuestra amistad nos une una vieja camaradería que se ha mantenido hasta hacernos viejos: no hemos cambiado de bandera, como los colores en el futbol…

Los tres principios inmutables de CAFÉ son concepción nacional de España, defensa de los intereses de loa desfavorecidos e interpretación cristiana de la vida que defendí en el primer discurso de Navidad que pronuncié en 1983 como director de ‘REVISTA DEL VALLÈS’ con veinticinco años…

Desde entonces todos hemos cambiado, no de bandera, no cambian las piedras, pero no somos tan revolucionarios la edad tiene pocas ventajas, pero esta le tiene, tengo prohibido discutir con un mozo. Continuamos siendo tan antiamericanos, Donald Trump nos lo pone fácil pero pensamos en lo sustancial lo mismo.

Algunos somos de centro izquierda y otros de centro derecha. En CAFÉ no hay discusión política, la próxima cena será en la sala de la Biblioteca de la Fonda Europa el segundo viernes de diciembre…