Roberto Giménez

Hoy les hablaré del tema político de la semana: la exhumación de Franco que todos hemos visto esta semana dichosa, como fue la pasada el conflicto indepe. Pedro Sánchez está orgulloso de su heroicidad por haber traslado al ex jefe del Estado al cementerio del Pardo; yo celebro la exhumación como Felipe González, Bono o ZP. Nada. Cada vez Sánchez se parece más a Zapatero, tienen ascendencia nacional por los abuelos…

En mi caso mis padres eran apolíticos, mis padres nos enseñaron que con las cosas de la guerra, como el comer, no se juega. Casi todos aprendieron esta dura lección cuando vivieron los años del hambre porque mis padres pasaron gana, por eso comían todo el plato cuando nadie lo pasaba en los 60 en que España pasó a ser país en vías de desarrollado, a desarrollado a un crecimiento anual del 8% desde 1957 a 1973; de la bici al seiscientos..

Esto hizo que en Catalunya cientos de miles de catalanes lloraron cuando vieron en noviembre a la funeraria Verdugo bajar el féretro, la misma funeraria que cuarenta y cuatro años le exhumó. Los trabajadores del propietario que entonces tenía veintiocho años. El señor Verdugo es el único que ha ganado en este magro ‘triunfo de la Democracia’ como anunció  Carmen Calvo con el brillo en los ojos…

El 20 de noviembre muchos hijos de la guerra lloraron porque había partido, el abuelo Franco, el Caudillo que consiguió crear una clase media que hace imposible la vuelta al 18 de Julio porque a diferencia de 1936 todos tenemos mucho que perder, hasta los que votan a Podemos, en este sentido, en éste solo, tengo una versión materialista de la Historia…

Recuerdo ese día en BCN, hacía un mes que vivía. El cielo lloraba, la gente tenía miedo porque no sabían que iba a pasar, tenía dieciocho años m y si nadie lo sabía, yo menos, pero recuerdo que lo pasé viajando en un bus no con tristeza sino con esperanza. Buena parte de mi generación era inquieta y atrevida…

Mentiría si digiera que me alegre como hoy sacan pecho muchos ciudadanos que ahora dicen brindaron con cava mienten nueve de cada diez personas que lo dicen. No lloré como tantos de los padres de los indepes…

Hoy quería hablar del prior del Valle porque tengo un amigo de CAFÉ que lo conoce bien, otro día contaré en LA LIBRETA AZUL, pero me he quedado sin espacio…