
El pasado viernes tuve la última cena de mis amigos de CAFÉ en el Naguabo donde nos hubieran despertado al alba por la animada tertulia política que tuvimos, después de cuatro meses de no vernos por mi culpa, tras estar ingresado dos meses en el Hospital, teníamos muchos temas a debatir porque nadie nos ganas en nuestras cuitas, así que quedamos la continuación el último viernes de octubre, Dios mediante…
Hablamos de muchos temas de actualidad y de Historia, nuestra especialidad. Uno que yo saque de hace cien años, y que Joan y Eduardo sabían que hace unos años nos había contado en una cena el historiador César Alcalá, que hace doce años conocí por una Contraportada en La Vanguardia que me impresionó publicada un 18 de julio de 2017…
César Alcalá, un barcelonés especialista en música clásica, que vive en La Roca y que es socio de esta Revista Digital que se fundó en enero de 2015, tras sustituir a la Revista del Vallès de papel que desapareció tras setenta y cuatro años víctima de la crisis, y de la falta de subvención de la Generalitat por no ser separatista….
César Alcalá que ascendió políticamente por ser historiador ha escrito muchos libros de la guerra civil y uno especialmente sobre ‘las checas de Barcelona’ por el que salió en la Contraportada de La Vanguardia, y que me permitió a conocerle, él es carlista. Es tradicionalista porque durante la guerra le fusilaron a un tío suyo carlista…
El abuelo paterno, propietario del bar ‘Los Caracoles’ del barrio Gótico de BCN fundado en los bárbaros años 40 por su antepasado, que hace un siglo era el cocinero de la Legión del Tercio del Gran Capitán, hermanastro el rey Felipe II, nuestro señor… Esta tasca aparece en el tercer libro de la serie del ‘Cementerio de los Libros Abandonados’ del libro de Zafón…
El abuelo cocinero dio de comer al comandante Franco un gran ratón cebado de tocino que encantó al futuro Caudillo de España por la gracia de Dios. Tanto le gustó a Franco que quiso felicitar al cocinero. Entró en la cocina y le preguntó que había comido…
El abuelo de César le dijo, sudando sangre fría, que había comido un ratón cebado de tocino a lo que Franco que no era un tiquismiquis que nunca había comido un ratón tan sabroso…
PD, En el desierto no existen ratones de cloaca…