Lo que hoy explicaré no va a extrañar a nadie porque el oligopolio de las telecomunicaciones afecta a todos por igual, salvo a los niños de la guerra que no están para estos cuentos de la redes sociales…
Estoy embroncado con las dos operadoras multinacionales que controlan el cotarro: MoviStar y Vodafone.
Hay una miríada de comunicaciones que operan sobre en el mercado nacional pero estas son las más potentes. No podemos pasar de ellas como lo abuelos para estar incomunicados, que os tengo que decir que no sepáis…
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Ayer una bronca con Vodafone que me obligó a ser maleducado: una operadora de Madrid me amenazó con ponerme en la lista de moroso y que ningún banco me iba a prestar un euro porque su asesoría jurídica me dijo que debía cuarenta y cuatro euros desde que dejé la compañía inglesa hace dieciocho meses, cuando me dí de baja por una factura hinchada… No la envié a la mierda porque era una mujer, uno las trata mejor porque así me han enseñado… pero sí la envié a freír espárragos…
Le contesté con una mentira a la suya. Le dije que era abogado, y que no le pagaría porque no le debía nada. Cuando me oyó que era letrado cortó la comunicación este moroso tenía arrestos. En la primavera de 2018 pagué la última factura…
El mes pasado tuve otra bronca porque MoviStar porque me había cobrado cuatrocientos cincuenta € en los cuarenta días que estuve ingresado en el Hospital. No había hecho ninguna llamada. Me habían llamado los íntimos pero por eso no se paga…
Vieron que era cierto y me abonaron el error, aprovechando mi cabreo la factura se la cobré: les dije que no me contentaba con la devolución sino que no me bajaban la oferta, que me hacía el RACC me iba a dar de baja.
Le aconsejó que hagan lo mismo: Joder a quien jode…
