Roberto Giménez

Los lectores que no me conocen, y que sólo me leen a través de mis artículos en CRONICA GLOBAL y LA CARTA DEL DOMINGO, en tres diarios digitales catalanes, pensarán que estoy gravemente afectado por el ‘Síndrome del Procés’, una patología muy extendida en Catalunya, pero  nada más lejos de la realidad. Puedo demostrar que no la padezco.

Gracias a casi treinta años de director en El Vallès conservo en mi ordenador miles de Editoriales, Cartas del Director, crónicas políticas y de sociedad, reportajes, Carátulas a personalidades, entrevistas, tres Extraordinarios anuales…

He tocado todos los palos del periodismo escrito. Cuando me jubilé titularon en la Contraportada de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA que se había retirado ‘El Notario del Vallès’ (una amable periodista, y el fotógrafo, vinieron a casa estuvimos en dos horas de entrevista).

Me he quemado las pestañas. He tenido mil sueños pensado en innovar porque trabajar en un medio privado no es ser funcionario: comes de lo que vendes. Era la revista comarcal que más vendía en Catalunya…

Revista del Vallès no estaba subvencionada por la Generalitat porque publicábamos el 75% en castellano y el otro 25 % en catalán. El requisito obligatorio para Jordi Pujol y Pasqual Maragall también, era que el 100% lo fuera…

A nuestra competencia directa El 9 Nou no le hacía falta vender un número porque recibía, y recibe, una subvención en vena. Por esto existe  la prensa en catalán al servicio de quien la paga.  Con la crisis, sin esa financiación la prensa en catalán no existiría…

Nosotros no teníamos acceso a la subvención del Estado, a través del Ministerio de Cultura, en mi etapa de director ni con Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy porque, como dicen los separatistas, el Estado es centralista. Pero este Estado no puede subvencionar porque esta competencia está transferida a las comunidades.

¿Por qué no lo hacía la Revista para beneficiarnos del flotador público? No fue una decisión mía, yo lo prefería, sino de la empresa editora porque prefería ser líder en el mercado catalán. Nos ganábamos bien la vida. Nuestra independencia económica tenía un coste pero, también, nos daba más libertad…

Estoy seguro El Vallès que, gracias a la subvención oficial, hoy existiría (desapareció en el verano de 2013), siendo el semanario más antiguo del siglo XX en Catalunya (con setenta y tres años). Ninguna institución pública hizo nada para evitarlo.  Con la nueva gerencia (Xavier Quer) y el nuevo director (Paco Monja) que se desveló como indepe cuando empezó el Procés. Existiría pero con un ‘leve’ distingo sería separatista. Así que prefiero que haya muerto…

Como conservo en mi IMAC todos los artículos que he escrito, los tengo ordenados por temas, puedo demostrar que sólo un 1% hacen referencia  a la cuestión nacional. Vamos, que no sufro el ‘Síndrome del Procés’.

También estoy convencido que el nuevo gerente (Xavier Quer), con el que no me entendía, habría como Artur Mas, un neo separata, y me habría despedido como director. No lo hizo porque no tenía dinero ya que era un despido muy oneroso. Me faltó tres meses y un día para ejercer treinta años de director (del 8/9/83 al 9/12/12). Un Potosí…

Irónicamente, me salvó la enfermedad de ir al paro. La SS me hizo pensionista a los cincuenta y cinco años.

Soy una carga para el Estado que defiendo con uñas y dientes…