
Esta es la II parte del artículo que el miércoles de hace once días me colgó CRONICA GLOBAL. No lo escribí entonces porque me olvide. Quien seguro que no se ha olvidado es Carmen Esplugas, ex diputada de CiU en el Parlament. La única alcaldesa que ha tenido Granollers aunque por poco tiempo: nueve meses…
Se lo expliqué en un encuentro fortuito en la noche del día siguiente en la ‘carretera’, cuando aún no era peatonal. Su respuesta fue escueta:
—‘Ya sabes, Felip Puig, como todos los de las JNC son indepes’. Estoy hablando de 2003…
Estos escritos Carme Esplugas lo lee porque recibe diariamente la ‘LIBRETA AZUL’. Mis artículos los lee con avidez.
El segundo día más feliz de su vida, el primero fue la boda, es cuando dejó la política, y se dio de baja del partido nacionalista…

Vuelvo a la comida al que CDC nos invitó en la primavera de hace quince años en DON CANDIDO, un Hotel de 4 estrellas en la entrada de Terrassa donde nos invitaron a todos los directores de los dos valleses. Los anfitriones de entonces: Felip Puig, conseller de Obras Publiques y Política Territorial de la Generalitat en el último gobierno de Jordi Pujol; y Josep Rull que será juzgado en el invierno de 2019 por el lío que está purgando, cautelarmente, en la prisión de Lledoner, que me removió las entrañas…
En los postres el conseller dijo que CiU y ERC debían ir juntos a las elecciones catalanas que se celebraron en aquel otoño de 2003 para reclamar la Independencia, y que cuando ya se hubiera producido la ruptura disputarse el poder en el nuevo Estado nacionalista: unos, CiU, el centro derecha, y ERC la izquierda nacionalista.
En la sala se hizo el silencio que se podía cortar con una navaja (el único testigo de Granollers fue Josep Mas, el director de El 9 NOU, el resto eran directores de las dos comarcas de prensa, radio y televisión).
Le pregunté a Puig que si Pujol opinaba igual. La respuesta fue fulminante: él lo quiere pero no puede hacerlo porque tiene muchos compromisos con el Estado, y especialmente con el rey…