Las cambiantes formas de vida de las nuevas generaciones conllevan a menudo un distanciamiento de lo tradicional, que perjudica al consumo de vino. Sin embargo, estos cambios ofrecen al sector vitivinícola la oportunidad de llegar a nuevos mercados, renovando y diversificando la comercialización para crecer atrayendo a un nuevo consumidor.
El mercado del vino ya no es ni estático ni linear, y el sector debe sacar partido de nuestra ventaja competitiva en los mercados internacionales, consecuencia del bajo precio al que comercializamos nuestros caldos, que no se corresponde con su calidad, para ampliar su mercado.
La introducción de nuevos formatos y canales de distribución adaptados a nuevos consumidores, puede cambiar el panorama del consumo y ser el revulsivo que necesita el sector para alcanzar todo su potencial comercial, incrementando y normalizando el consumo mediante la modernización de la imagen de la industria.
Los nuevos formatos de distribución del vino ofrecen a los productores oportunidades de crecimiento. En los últimos años han aparecido una serie de nuevos formatos de distribución y dispensación del vino, una evolución natural que sirve para hacer más fácil disfrutar del vino en situaciones diferentes y que ofrecen a los productores españoles una oportunidad de expansión y crecimiento.
En el siguiente enlace tendrán la oportunidad de poder leer completo en dosier sobre el futuro de la industria española del vino.