Tengo un amigo de hace cuarenta años, de cuando se aprobó la Constitución. Estudio Historia Antigua en la UB, al que entonces no le gustaba y ahora la defiende como mal menor.

Llega a su casa y no puede ver TV3, porque lo tiene desinstalado.

Edu es una gran persona. Viene todos los viernes de cena CAFÉ con los amigos de Granollers a recogerme y a las cuatro horas me devuelve a casa. Amigos leales así se pueden contar con los dedos de la mano.

A mi tampoco me gusta la política del lazo amarillo que cualquier día lo colocaran como logo de TV3. Aún así, veo algunos de sus programas: EL  TEMPS en el TeleNoticies Vespre es un clásico diario, y otros programas de máxima audiencia: POLÒNIA, CASES D’ALGÚ, o las entrevistas a los padres de catalanes famosos de la Gemma Nierga. No mucho más, pero sí más que mi amigo Edu…

Debo advertir que mi problema con TV3 no es por el catalán en si, sino por la política de separatitis en los últimos años [aún] más acentuada. Ahora mismo es obsesiva porque desde hace diez días llevan con el 1-O como si fueran los estadounidenses conmemorando el ataque terrorista del 11-S que causó tres mil muertos con la caída de las Torres Gemelas.

La obsesión conmemorativa de TV3 con el primer Aniversario es la misma sólo que los terroristas no son yihadistas de Al-qaeda sino descerebrados violentos de la Guardia Civil, tal cual. Siendo el líder no Bin Laden sino el rey Felipe VI, ex príncipe de Girona que ya no puede ir a la ciudad porque la alcaldesa ha declarado persona no grata el Jefe de Estado de esta Dictadura neo franquista. En este plan de locura están y, además, orgullosos…

Les cuento una anécdota personal que espero que les guste: como trabajo de fin de carrera elegí escribir la Historia de TVE en Miramar en catalán que empezó a emitirse por la Segunda, entonces se llamaba UHF, en los años 60. En Lleida no se veía, la descubrí en BCN cuando llegué  en 1975. Entrevisté a varios personajes de la época y me permitió descubrir Miramar, y conocer la nueva TVE de Sant Cugat.

Esos contactos me permitieron saber un acuerdo reservado entre Jordi Pujol y Felipe González: en 1993 cuando el PSOE perdió la mayoría absoluta, en plena crisis económica, el acuerdo planteado por el Molt Horonable Pujol es que TVE dejara de invertir en Sant Cugat porque para informar de Catalunya ya estaba su televisión, TV3. A bodas me convidas, pensó Felipe en esas aciagas horas de recortes.

En política, las cosas no son como parecen. Jordi Pujol no era lo que sus fieles creían (corroborado por su evasión fiscal declarada y las mordidas del 3% no reconocidas, pero probadas. Por eso CDC ha muerto sin duelo).

El lobo disfrazado de abuelita no sólo es un cuento de Charles Perrault.

Roberto Giménez