No soy monárquico como la inmensa mayoría de los españoles, pero como decía Ortega y  Gasset: una nación, como una persona, es ella y sus circunstancias. Y las circunstancias actuales de España es que la monarquía parlamentaria, que es como una República, encarnada por una institución histórica, es más necesaria que nunca.

Además de los tres países nórdicos más igualitarios que existen en Europa: Suecia, Noruega y Dinamarca son Monarquías parlamentarias, como la española. Uno de los muchos errores de los  indepes es no tener la inteligencia de los escoceses que han conseguido que la reina Isabel II no haya dicho ni mu en el referéndum sobre su independencia; porque los nacionalistas escoceses decían que querían permanecer con la Monarquía británica como un Estado independiente.

Como la declaración estelada no fue ésta, hasta el histórico líder separatista escocés Alex Salmond entendía la posición política del rey Felipe VI que con una seriedad nunca vista dejó claro el 3 de Octubre que  aceptaba la reacción del gobierno el 1-O.

El abc de la política es el pragmatismo. Si hay algo por el que no destacan nuestros estelados es porque viven en la utopia…

No digo que si hubieran dicho que aceptaban la Monarquía, pero como Estado independiente igual que acepta  Australia la del Reino Unido cual habría la posición del jovenn rey, pero la ciencia ficción no es el terreno de la realidad sino de las novelas o el cine. Los sueños, sueños son.

Los indepes son menos inteligentes de lo que creen.

Hace un par de días en mi Libreta Azul decía que hoy explicaría porque la Justicia española es más dura con los estelados que con los delincuentes como Iñaki Urdangarín, que mañana ingresará en la cárcel que desee…

Es más dura porque para un Estado, cualquier estado del mundo, no hay crimen más execrable, como le sucede a las personas, que el que quiere acabar con vida, en este caso su integridad territorial. No hay delito mayor.

El problema es que los indepes no se dan cuenta que su jaque a España para quien tiene la fuerza se convierte en un jaque mate.  Por eso los promotores están antes en prisión que de juicio.

Repito los indepe sobrevaloran su inteligencia.

Un psicólogo les daría el diagnóstico del mal que padecen: complejo de superioridad.

Roberto Giménez