El Juzgado Penal número 1 de Granollers ha condenado este lunes a penas de 12 meses de prisión a 15 de los 56 acusados ​​inicialmente por el motín en la cárcel de Quatre Camins en mayo del 2002 que terminó con varios funcionarios y Mossos heridos. Un decimosexto ha sido condenado a 15 meses de prisión, mientras que el resto están muertos, desaparecidos o incapacitados. El juicio debía celebrarse durante dos semanas en el auditorio de la Ciudad de la Justicia de Barcelona, ​​por falta de capacidad en Granollers, pero finalmente sólo se ha celebrado una breve vista oral que ha servido para que todas las partes aceptaran rebaja de cinco y diez años de cárcel a 12 y 15 meses por daños, lesiones y atentado a la autoridad.

De los 56 acusados ​​iniciales por la fiscalía en 2007, ocho ya han muerto y uno fue declarado incapacitado. De los 47 restantes, 18 siguen en prisiones catalanas y uno en la de Zuera (Zaragoza). De los restantes 28, tres están fugados de la justicia y cinco no se han presentado, uno de ellos por que este lunes se hacía las pruebas preoperatorias para una intervención quirúrgica este martes. Por lo tanto, se han sentado en las butacas del auditorio de la Ciudad de la Justicia 39 acusados, 19 encarcelados y 20 en libertad. Pero los ocho ausentes han sido juzgados igualmente en rebeldía, aunque sus defensas han pedido suspender el juicio. A otro se le ha suspendido el juicio porque está pendiente de ser reconocido por un psiquiatra forense, ya que la defensa alega que tiene un 68% de discapacidad.

De todos estos 39, uno ha sido absuelto inmediatamente porque nunca fue interrogado por el juez de instrucción, y por tanto los delitos ya le han prescrito, lo que han aceptado tanto la fiscal como el abogado de la Generalitat. Un total de 23 acusados ​​han quedado absueltos, mientras que 15 de los acusados ​​han resultado condenados a 12 meses de prisión (9 por delito de atentado a la autoridad con instrumento peligroso y dos faltas de lesiones, y a 3 meses de prisión por un delito de daños).

A Santiago G.C. se le ha condenado, como autor responsable del delito de atentado con instrumento peligroso y un delito de lesiones graves a 12 meses de prisión y como autor responsable de daños a 3 meses de prisión. Además, deberá indemnizar con 7.230 euros el funcionario al que dejó dos meses y medio de baja. Por el delito de daños también se les ha condenado a todos 16 a una multa de 270 euros.

A todos se les ha tenido en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas, ya que la causa estuvo paralizada del 2007 al 2011 y de 2013 a 2016. Además, entre todos 16 condenados deberán pagar cerca de 16.000 euros por los daños causados en prisión, 900 euros por las lesiones causadas a un Mosso y 150 euros por las lesiones causadas a otro funcionario de la prisión

Las defensas han aceptado la condena, se han comprometido a no recurrirla, y todos los acusados ​​presentes en la sala han aceptado, uno por uno, los hechos y la pena. Sus abogados han pedido la suspensión de la condena y el juez se lo ha concedido teniendo en cuenta que ningún condenado tiene antecedentes penales recientes por hechos similares. Así, no tendrán que ingresar en prisión si en los próximos dos años no vuelven a delinquir, comunican siempre cualquier cambio de domicilio y pagan la responsabilidad civil que les corresponda. Por todo ello, el juez ha dictado la sentencia ‘in voce’ y la ha declarado firme.

 

EL MOTÍN DE 2002

Desde semanas previas al motín había habido quejas y reclamaciones por parte de algunos presos, que pedían una mejora de sus derechos y condiciones. Después de la cena del 29 de mayo, cuando sonó la sirena para que los presos volvieran a sus celdas a las 20.45 horas, varios reclusos del Módulo 1  se negaron a reingresar. Se fueron calentando los ánimos con amenazas a los funcionarios, y al final reclusos del Módulo 2 también se añadieron a la protesta. Armados con palos, piedras y hierros que encontraron en el patio, agredieron al menos siete funcionarios, y luego subieron al tejado para evitar la intervención de los antidisturbios de los Mossos, al menos cuatro de los cuales también fueron agredidos, uno de los cuales entrar en contacto con sangre de algún preso y tuvo que comprobar que no había quedado infectado.

Además, causaron daños valorados en cerca de 16.000 euros a cinco celdas, así como cuadros de luces, puertas, ventanas del bunker y cristales. Dos de los reclusos, además, agredieron dos funcionarios, que sufrieron heridas importants.

El motín provocó una polémica política en torno a la masificación de las cárceles catalanas y las condiciones de vida de los presos, que denunciaban malos tratos y se quejaban por tener de trabajar en prisión sin cobrar y sin que sirviera para reducir las penas.

En 2004, la misma prisión vivió un motín aún más grave, que terminó con graves lesiones del director médico del centro. El juicio terminó con penas para varios reclusos.

La mujer de uno de los presos que ha quedado absuelto explicó a los periodistas que considera injusto que se haya tardado tanto tiempo en celebrar la vista, ya que su pareja ya está plenamente reinsertado en la sociedad. Además, le notificaron el procedimiento judicial hace tres veranos, cuando pasaba las vacaciones en un camping con la mujer y sus tres hijos menores de edad, que vieron cómo se lo llevaban y lo esposaban. Una vez notificado el procedimiento judicial, fue dejado en libertad a las pocas horas. Además, ha criticado que varios abogados de oficio no se han querido hacerse cargo del caso y que él no pudo hablar con su letrada hasta la semana pasada.