Un total de cinco funcionarios de la prisión de Quatre Camins, en La Roca del Vallès, tuvieron que ser atendidos este sábado por inhalación de humo, después de dos intervenciones en las que lograron salvar la vida de dos internos que habían prendido fuego a las sus celdas en el Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT). Los internos, además, querían atacar e incluso secuestrar algún funcionario.

Según el sindicato CSIF, fallaron algunos de los equipamientos antiincendios, pero fuentes penitenciarias dicen que todo funcionó correctamente excepto unas mangueras de agua.

En el primer incidente, hacia tres y media de la mañana, el interno provocó un incendio en su celda con el objetivo de atraer a los trabajadores e intentar secuestrar a uno. Por eso se resistió con agresividad a ser desalojado. Sin embargo, los funcionarios, equipados con equipos de respiración autónoma, lograron rescatarlo ileso de la celda y extinguieron el incendio. Según CSIF, en el reconocimiento médico que se le practicó una vez fuera, para descartar posibles lesiones a causa del humo y del fuego, se descubrió que llevaba un punzón de fabricación casera de 30 centímetros escondido en la ropa y admitió que lo llevaba con la intención de usarlo para retener y ‘pinchar algún funcionario. Además, mantuvo una actitud violenta y amenazaba de muerte a los trabajadores de la prisión.

Según el sindicato, cuatro trabajadores tuvieron que ser trasladados en ambulancia al hospital, y uno de ellos seguía con claros síntomas de intoxicación por humo 24 horas después de los hechos. CSIF asegura que uno de los equipos de respiración autónoma falló.

En el segundo incidente, sólo unas horas más tarde, otro interno del mismo departamento actuó por imitación, y también prendió fuego a su celda. Uno de los trabajadores que intervinieron para sacar el interno y extinguir el incendio, tuvo que ser atendido en el hospital por inhalación de humo. El interno resultó ileso. CSIF asegura que los funcionarios apagaron el fuego sin los equipos de protección adecuados, ya que se habían utilizado para sofocar el incendio anterior.

En cambio, según fuentes penitenciarias, los equipos de respiración autónoma y los extintores funcionaron perfectamente. Sin embargo, sí admite que las mangueras ya se había detectado que estaban mal al menos desde el 28 de abril, cuando otro interno provocó un incendio, y una de ellas reventó por varios puntos. Ya se estaba trabajando en su sustitución y reparación.

El sindicato anunció que llevará el caso a Inspección de Trabajo para estudiar la posible negligencia de los directivos de la cárcel por no aplicar correctamente la normativa de riesgos laborales.

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