La justicia se dice es lenta. A veces lenta hasta extremos impensables. A partir del próximo lunes día 7 y hasta el día 17, en el Juzgado Penal de Granollers se juzgarán a 56 persona s acusadas de un delito de atentado y un delito de daños y ados de ellas acusadas de dos delitos de lesiones y dos delitos de atentado. Los hechos ocurrieron en el Centro Penitenciario de Quatre Camins en el año 2002. Hace 16 años.
Según el fiscal, los acusados, que estaban cumpliendo sus respectivas condenas en dicho centro penitenciario, iniciaron a instancias de algunos internos una “huelga de brazos caídos”, en la que abogaban por una mejora de sus derechos y de sus condiciones. En el momento en que sonaba la sirena anunciando el regreso a sus respectivas celdas, se negaron a cumplir dicha regla y comenzaron a soliviantar los ánimos. Armados de palos, piedras y hierros que fueron encontrando por el patio y con un propósito común, procedieron a agredir a los funcionarios de la prisión que trataban de disuadir su comportamiento dado el cariz extremadamente violente que iban tomando los acontecimientos. Los reclusos subieron a los tejados de los módulos para eludir la acción de los Mossos d’Esquadra que fueron comisionados para disolver la revuelta y que fueron también agredidos.
En el transcurso de dichas actuaciones, se vieron dañados diversos elementos de la prisión. Asimismo, dos de los acusados, en el transcurso de los hechos, causaron lesiones a dos funcionarios. El fiscal pide 5 años de prisión para 54 de los acusados y 10 años de prisión para los otros dos.