Hay una frase celebre de Josep Tarradellas cuando volvió a España del  exilio de Francia en octubre de 1976: Ciutadans de Catalunya: Ja sóc aquí. En este alfaguara en el estaque del Procés hay otra frase de Tarradellas que va disparada al estrellato: en la política se puede hacer de todo, menos el ridículo. Y eso precisamente es lo que está haciendo el Govern presionado por la banda de las Anna Gabriel y la bella Reguant, que Dios nos guarde de su mirada escrutadora…

Mientras al gobierno del PP le crecen los enanos por méritos propios. La última banderilla se la ha puesto el PNV. La debilidad del gobierno de Rajoy hace sacar los colores a Albert Rivera que otrora decía, con razón, que los únicos privilegios que existen en España son el cupo vasco y el veraneo navarro… De esto ahora chitón, no vayamos a despertar a las brujas de Zugarramurdi…

Tenía en la mente escrito otro artículo pero el miércoles oyendo a la Pilar más Rahola que veranea en Cadaqués se me removieron las tripas ante la majadería que escupió por su lengua viperina.

La frase hay que enmarcarla como monumento nacional a la estulticia dialéctica es la que soltó la noche en 8 al día de un Cuní, esa mañana le dieron la Creu de Sant Jordi, y besó la mano de Carmen Forcadell. La Rahola dijo literalmente con su rotundidad habitual que ‘la política económica del Estado español, desde hace trescientos años, ha sido expoliar a Catalunya’, y continuo con la misma vomitera demagógica diciendo que a finales del siglo XIX: ‘cuando los españoles perdieron Cuba, la pagana fue Cataluña’.

Por muy crispada que ponga el tono como la Rahola no tiene un pelo de tonta debo decir que tiene una pelambrera de mentirosa compulsiva, porque una cosa es no saber, ergo Rufián, y otra distinta es mentir.

¿Qué eso de que Cuba era de los españoles? ¿Nada que ver con los catalanes? Muy cerca de Cadaqués donde agostea está Calella de Palafrugell desde donde todos los veranos TV3 transmite una cantada de Havaneras. La costa catalana está llena de palacetes de estilo indiano construidos, y la propia BCN, por catalanes que hicieron las Américas cuando se perdió la Perla del Caribe.

La Pilar de La Vanguardia del Procés engaña como indios a los catalanes que la única Historia que conocen es la del Barça. Es mentirosa porque ella sabe perfectamente cuando se encabritó José Martí, el Simón Bolívar cubano, fue por una ley arancelaria del gobierno para que la industria textil española (que era la catalana) tuviera el monopolio de ese comercio, lo que despertó la ira de la competencia estadounidense con invento del autosabotaje al Maine embarcado en el puerto de La Habana. Fue la chispa que provocó la guerra entre España y los Estados Unidos, y que convirtió a Cuba en el casino de Norteamérica…

No hay que conocer la Historia para saber que los trescientos años de expoliación de Catalunya por parte del Estado es una memez supina.  Sólo hay que tener sentido común para no dejarse engañar por la bien pagá… La industrialización de Catalunya empezó a mediados del siglo XIX, durante esos tres siglos de expoliación económica…

La Rahola piensa, pero no se atreve a decirlo, que la industrialización de Cataluña fue una artimaña provocada por el Estado para diluir el fet diferencial por el inocente ejército invasor de Catalunya mayormente procedente del sur: murcianos, andaluces y extremeños…

No lo dice porque esto perjudica al Bien Supremo del Procés que enarbola con tanta pasión.

Una persona lista no puede que creerse sus mentiras; al menos que sea daltónica, y confunda la realidad con su ideológica.

Roberto Giménez