La crítica se ha manifestado, unánimemente, que la obra de Luigi Pirandello Seis personajes en busca de autor es su mejor obra y base de lo que posteriormente fue el teatro del absurdo. Dicen que a través del humor y la mitificación escondían una actitud muy exigente hacia su arte. Si esta es la base o una de las definiciones del teatro del absurdo también lo es la política. Pues como escribió Pedro Calderón de la Barca en El gran teatro del mundo: No olvides que es comedia nuestra vida / y teatro de farsa el mundo todo / que muda el aparato por instantes / y que todos en él somos farsantes… Y, como en el fondo todos somos unos farsantes, esta paráfrasis me sirve para explicar lo que ocurre u ocurrirá en La Roca del Valles, por lo que a la política respecta. De ahí que busquemos un titular y un banquillo.
A pesar de existir 5 partidos en el actual consistorio la realidad es que son seis los personajes que buscan un autor o una salida. El sexto en discordia forma parte del partido de gobierno. Y no es nada contra él, pero para algunos es el punto discordante y provocador de conflictos. Estos personajes tuvieron una oportunidad de llevar a cabo la representación teatral que se les designó en el mes de mayo de 2015. Después de varias reuniones se llegó a un acuerdo. Aunque después hubiera otra reunión y formando parte de la farsa, se vendió una obra no programada, lo cierto es que mucho antes del estreno las entradas estaban vendidas.
No siempre el teatro triunfa. En la vida hay fracasos. Tal y como apuntó Calderón de la Barca, cada uno de nosotros representamos un papel y éste se representa en un teatro no apto para ciertas representaciones. Por falta de público, y antes de ser desprogramada, se decidió dar por finalizada una obra que estuvo en cartel un poco más de años y medio. Un éxito para aquellos que la consideraban fracasada desde su estreno. El problema es que algunos actores fueron despedidos por la empresa y, los que quedaron, andan buscando una obra que, por lo bajo, dure dos años y siete meses. ¡Claro! Es difícil acertar. Algunos piensan en un clásico –por descontado catalán- o en un musical. Descartan El Fantasma de la Ópera y Los Miserables, por las posibles connotaciones del título. También Sweeney Tod. Tampoco El Rey León o Cats. Alguno está pensando en Amor sin barreras.
Lo cierto es que últimamente los Sharks y los Jets se han reunido. Era lógico pensar que el amor surgiría entre ellos. Sus familias no aceptan la relación porque hay muchas historias del pasado que les separa. Rompieron relaciones hace algunos años y, a pesar de volverse a hablar, el rencor se mantiene. Sin embargo, María y Bernardo se han empezado a enamorar. Pero no es un amor puro. Está basado en el interés. Para algunos es una farsa para pillar cacho o, dicho de otra manera, para conseguir poder.
Los Sharks consideran que tienen un mandato democrático y que no dejarán así como así el poder. El amor hacia Bernardo puede ser fuerte, pero no tanto. Aún están dolidos por el anterior romance. Sus corazones están rotos. Están superando el dolor y no se entregaran, así como así, al un nuevo amor. Bernardo les puede deslumbrar. Es más, los está deslumbrando, pero ya se entregó María a un hombre y, esta vez, se hará de rogar. Lo cual es normal. ¿Quién no ha vivido un desengaño amoroso? Aquel que lo haya vivido comprenderá a María y a los Sharks.
Los Jets son felices, como perdices. Reconocen su poder y su guapura y saben que conquistaran a María. Lo tiene demasiado claro. Eso puede ser un problema. Bernardo tiene que rebajar sus expectativas o ser más humilde. Él considera que conquistará a la dama. En términos políticos se podría decir que su pensamiento se resume así: o gobiernan sin alcaldía o gobernaré yo desde la oposición. Esta situación de los Jets es preocupante.
¿Por qué? Hasta el momento sólo hemos hablado de María, Bernardo y Tony. Pero en la obra de Pirandello hay tres actores más. Si bien es cierto que son los hijos de la familia, estos también están buscando su papel o tiene derecho a una frase. Es la culminación de cualquier actor. Una frase en esta obra puede suponer mucho. No el Oscar, el César o el Grammy, pero sí un Bafta. Y no es moco de pavo. Bernando considera que los niños le darán el golpe de mano adecuado para sacar adelante su pensamiento. María utilizará aquella insoportable pregunta: ¿a quién quieres más, a mamá o a papá? Ambos se equivocan. Aunque hay un toque femenino que debe tenerse en cuenta.
María no desea una nueva relación. De momento quiere estar sola. Es cierto que le ha tirado la caña a Bernardo, pero también lo hizo antes y lo volverá a hacer en el futuro. Posiblemente Bernardo se marchará con el rabo entre las piernas. Ya le ocurrió en mayo de 2015 y no descartemos que vuelva a ocurrir. María es mucha María y los mandatos democráticos, las banderitas, los manifiestos y los planes de futuro la ennoblecen, aunque sea de origen republicana.
Pero, claro, como ocurre en todos los musicales, siempre hay un o unos cadáveres escondidos en uno o varios armarios. Como dijo Hamlet: Algo está podrido en el estado de Dinamarca. Y no sólo en Dinamarca. La historia ha pasado un tupido velo a algunos casos que marcaron el día a día de antaños tiempos. Esos tiempos pueden volver porque el tema esta durmiente, pero no muerto. Y María, como es una mujer de tomo y lomo, pura y cristalina, quiere destapar los muertos de los Jets y de su antiguo amante. Por las Planas Mayales galopará la película.
En fin, mientras algunos siguen buscando un titulo y un banquillo para renovar el equipo o el amor perdido, el director de la obra piensa –como Pirandello- que le han hecho perder un día. Porque la situación es complicada, difícil y peligrosa. Se tienen que ligar varias voluntades y, algunos, no están por la labor.
César Alcalá
Presidente y Regidor
PPC La Roca del Valles