La Audiencia de Barcelona ha condenado a 12 años de prisión a un vecino de Les Franqueses Youssef A.Ş., por un delito consumado de agresión sexual con uso de instrumento peligroso en Granollers.
El joven de 19 años tiene ya antecedentes penales por delito de robo con violencia e intimidación. La sentencia, que se puede recurrir en casación al Tribunal Supremo, también le impone la prohibición de aproximarse a menos de mil metros de la víctima durante 13 años y la medida de libertad vigilada durante cinco años y un día después de cumplir pena. La sentencia también condena al joven a indemnizar a la chica con 1.500 euros por las lesiones que sufrió y 6.500 euros por el daño moral ocasionado.
Los hechos sucedieron el día 27 de junio de 2015 a las cinco y media de la mañana, en la calle Palaudàries de Granollers. Según el relato que hace el tribunal, el condenado interceptó una chica de 28 años que iba al trabajo en bicicleta, la hizo caer al suelo y, amenazándola con una botella rota que le puso en el cuello, la obligó a hacerle una felación. A continuación, la arrastró hasta la entrada de un garaje donde, nuevamente con la amenaza de la botella, continuó la misma agresión hasta que la chica se pudo escapar y pedir ayuda. Aunque no hay testigos directos del hecho, el tribunal da credibilidad a la versión de la chica por la coherencia de su relato. Además, la policía encontró, a unos 60 metros del lugar de los hechos, un trozo de botella con una huella dactilar que corresponde al chico. En el transcurso de la investigación, la chica identificó al agresor y dos testigos declararon que escucharon gritos y vieron huir un individuo que arrojaba al suelo un objeto, aunque no pudieron identificar.
A raíz del ataque, la víctima estuvo cinco días sin poder ir al trabajo y sufrió lesiones en una rodilla y en las manos que tardaron diez días en curarse. Según el informe médico forense, le ha quedado como secuela un síndrome de estrés postraumático leve-moderado y recibe terapia psicológica periódica.
Durante el juicio, el joven declaró que había pasado la noche en un concierto en el Parc firal de Granollers, que había consumido alcohol y drogas como cocaína y marihuana y que no había pasado por la calle Palaudàries, acompañado de dos personas más.
El juez no dio credibilidad a su testimonio ni a los dos jóvenes que dijeron que le acompañaban. También desestimó el argumento de la defensa que pedía la eximente por intoxicación por consumo de bebidas alcohólicas o drogas.