Lucia Rodríguez
Lucia Rodríguez

¿Sabes en qué te afecta la salud emocional? Saca provecho de tus propios recursos para mejorarla. A continuación te presento algunos detalles…

El término de salud emocional comprende la relación existente entre salud y emociones. Las emociones producen cambios fisiológicos en todo el cuerpo (por ejemplo, liberación de adrenalina, tensión muscular,..etc) y éstos influyen en el estado de salud. Por esto, exponerse frecuentemente a emociones negativas (rabia, ira…) y no aplicar buenas estrategias para afrontarlas puede generar todo tipo de enfermedades (musculares, cardiovasculares, inmunológicas…) y conductas peligrosas como el consumo de alcohol, conducción temeraria…etc. Regular estas emociones nos ayuda a prevenir enfermedades y procurar el bienestar personal y social.

Por otro lado, hay que saber también que cultivar emociones positivas en nosotros reporta múltiples beneficios para el organismo, aumentando las defensas del sistema inmunitario por ejemplo. Potenciar las emociones positivas fortalecerá nuestra salud. De esta manera, salud emocional nos conecta con inteligencia emocional en cuanto a la regulación de los sentimientos, pensamientos y conductas; reconociéndolos, nominándolos, aceptándolos e integrándolos para que la energía que despiertan se ponga al servicio de nuestros valores.

Algunas tácticas que nos pueden ayudar a aumentar nuestras emociones positivas y comprensión de nuestros estados de ánimo, siempre complejos y cambiantes, son:

>Escritura emocional: sólo necesitas lápiz y papel para plasmar lo que sientes, es terapéutica ya que te puede ayudar a reducir el estrés y controlar tus emociones

>Escuchar música constructivamente: esto es no emplearla para sumirnos más en estados de tristeza, rabia…sino para situarnos en un estado relajado des del que resolver más creativamente nuestros problemas

>Práctica del agradecimiento: diariamente antes de dormir o despertarte agradece 5 cosas, ¡hay mucho que podemos agradecer! este ejercicio es como un juego, puedes añadir cada día cosas nuevas

>Ejercicio físico: la práctica física regular aporta multitud de beneficios, y nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos y nuestro cuerpo

>Expresar nuestras emociones: compartir nuestros sentimientos con personas que nos escuchen y comprendan favorece que superemos más rápido nuestro malestar

>Meditación: sus beneficios son altamente positivos. Por ejemplo, reduce la alexitimia, al distinguir mejor los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones que ocurren en nosotros

>Renunciar al perfeccionismo: éste es un compañero que llevamos pegado todo el día,  que nos hace sufrir mucho y debilita nuestro ánimo y corazones, por eso hemos de estar atentos y observar cuándo comenzamos a vapulearnos y juzgarnos. Es necesario conocer tanto nuestras cualidades como nuestros defectos, pero ante un defecto o error que cometamos es contraproducente reprocharnos. No conseguiremos nada presionándonos, maltratándonos emocionalmente. Por el contrario, aceptar sinceramente que nos habitan debilidades y flaquezas es un signo de madurez emocional y el primer paso para trascenderlo.

En conclusión, todos alimentamos algunas veces emociones negativas, la clave es darse cuenta de ello y poner remedio. La salud emocional aparece por sí sola cuando no llenamos nuestra cabeza de preocupaciones y ansiedades y nos mantenemos con una actitud abierta y pacífica.

Lucía Rodríguez

Psicóloga

www.psitamvalles.com