Els Vivers de Bell-lloc de Cardedeu ayudarán a preservar y hacer llegar a las futuras generaciones los retoños de los árboles supervivientes del bombardeo atómico de Hiroshima, en Japón. La finca La Pineda recibirá semillas y retoños de los árboles que sobrevivieron a la explosión, y que hoy se encuentran en el denominado Parque por la paz, para hacerlos crecer y que luego puedan replantarse en aquellas poblaciones catalanas que los soliciten.
Para hacer posible este proyecto, el próximo lunes 1 de diciembre a las 10 de la mañana Carlos Sopeña, gerente de la Fundación Vivers Bell-lloc, firmara con el alcalde de Granollers y vicepresidente de la Red Internacional Alcaldes por la Paz, Josep Mayoral, un convenio para llevarlo a cabo.
La razón de este convenio es que Granollers se comprometió, en el marco de su participación en la Red Internacional de Alcaldes por la Paz, a recibir las semillas procedentes de Hiroshima y hacerlas crecer para poder proveer de retoños los espacios de la misma ciudad y también hacerlos llegar a otras ciudades cercanas que lo deseen. Como el Ayuntamiento de Granollers no dispone de instalaciones adecuadas para la plantación de semillas y el cuidado de los retoños hasta que estén en condiciones de ser trasplantados, se propuso al Viver de Bell-lloc la participación en el proyecto..
Las semillas, provistas por el Secretariado Internacional de Alcaldes por la Paz en Hiroshima son de Ginkgo biloba, una especie que se adapta a nuestro clima y que es muy resistente. La prueba de ello es que tan sólo un año después del bombardeo de Hiroshima, el Ginkgo biloba ya brotaba nuevamente, a pesar de la radiación y las temperaturas extremas. Es por este motivo que se le conoce, en China y Japón, como el portador de esperanza. En 2010 se plantó un ejemplar en el jardín de Can Jonch. Centro de Cultura para la Paz.