Yo quisiera con mis versos rimar deseos de paz: versos que hiciesen amarnos con fronteras de cristal; transparentes e irrompibles en bien de la humanidad.
Quisiera decir hermano de forma tan natural, que el ser humano en el mundo con su instinto fraternal de los verbos preferidos, conjugase el verbo amar.
Puede ser una quimera; tal vez un sueño banal pero valdría la pena que algún día al despertar, entre versos, y entre verbos, hablara el mundo de paz.
Pero es un imposible: lo dicho, un sueño banal. En el mundo hablar de paz, es del todo irracional. Mis ripios soñadores, han soñado el bien y no el mal.