Si algún gozo hay en la vida es ver nacer a tus hijos; que el oficio de ser padre es el oficio más digno al propio tiempo que es, oficio comprometido.
Cuando Dios te ha premiado con ese gozo divino y en numerosa familia son un disfrute tus hijos, estimula y reconforta todos los días vividos.
A todos quieres igual aunque todos son distintos. Distintos cuando son niños y más cuando son crecidos; pero lo que siempre son, son tus adorados hijos.
Ya sean chicos o chicas todos tienen sus problemas como los tuviste tú, pese a que ya no te acuerdas. Ser padre, es complicado, pero merece la pena.