
El Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès y el Govern de la Generalitat de Catalunya han alcanzado un acuerdo para promover la construcción de más de 110 viviendas de protección oficial destinadas prioritariamente a jóvenes en el sector de Can Vasconcel. Este proyecto forma parte del compromiso compartido entre ambas administraciones para impulsar el acceso a la vivienda asequible en el municipio.
El alcalde de Sant Cugat, Josep Maria Vallès, y el director general del Patrimonio de la Generalitat, Jonatan Ferreras, mantuvieron recientemente una reunión de trabajo para definir el papel de la Generalitat en este desarrollo urbanístico y garantizar una colaboración estrecha en todo el proceso.
Según Ferreras, “esta operación se enmarca en el plan del Govern para construir 50.000 nuevas viviendas hasta el año 2030, en colaboración con los ayuntamientos, con el objetivo de dar respuesta a uno de los principales problemas que afecta a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes”.
El alcalde Vallès subrayó que el proyecto es un paso decisivo dentro del Plan de Vivienda Asequible 2030 y hacia una ciudad “más justa, verde y cohesionada”, destacando que garantizar vivienda asequible para la juventud es esencial para “retener talento, fomentar el arraigo y mantener la vitalidad de Sant Cugat”.
La actuación urbanística se desarrollará en un ámbito de 8.114 m² de suelo propiedad de la Generalitat y representa la culminación de años de trabajo iniciados por el consistorio en el mandato anterior, con la participación de los propietarios de los terrenos y vecinos de Can Vasconcel, la Colònia Duran y Can Menta.
Calendario previsto
Está previsto que la tramitación urbanística del planeamiento se inicie en septiembre de 2025 y que el proceso se complete a lo largo de 2026.
Objetivos del proyecto
El desarrollo contempla la creación de una nueva centralidad urbana en Can Trabal, que conectará con la carretera de l’Arrabassada mediante una nueva rotonda, generando un acceso pacificado al municipio. También se organizará la edificación en torno al vial principal, liberando el resto del espacio para preservar zonas verdes.
Asimismo, se pretende proteger el patrimonio arquitectónico existente, como la casa de les Bruixes y la casa Lluch, y fomentar la movilidad sostenible mediante el uso del transporte público, zonas peatonales y vehículos no contaminantes.
Desde el punto de vista ambiental, el proyecto busca mejorar la conectividad ecológica entre la Serra de Collserola y el Turó d’en Lluch, restaurando el torrente de la zona y creando corredores verdes que conecten la ciudad con el parque natural.
En cuanto al impacto social, se prioriza el acceso de los jóvenes santcugatenses a viviendas asequibles, la creación de equipamientos comunitarios, espacios públicos y actividades económicas de proximidad, con una planificación urbana sensible al género y a colectivos vulnerables.
Próximos pasos
Ambas administraciones han manifestado su voluntad de seguir colaborando estrechamente para agilizar los trámites y hacer realidad el proyecto lo antes posible.



