Francisco Barbachano
Al llegar la Navidad
y cumplirse un año más,
es constante en mi vida
pararme a reflexionar
y hacer repaso exhaustivo
de lo que se queda atrás.

Cotejo, año tras año,
todo el bien y todo el mal
y lo pongo en la balanza
para así equilibrar
el peso de las bondades
y el peso de la maldad.

Y pese a que el mundo avanza
para bien y para mal,
no me siento satisfecho
de ese balance anual;
que lejos del sueño mío
la ambición vuelve a ganar.

De ese juego de palabras
tan solo una realidad:
un año más sin remedio
vuelve la Navidad
y mis versos infelices
siguen soñando en la paz.

Francisco Barbachano