El alcalde de Ripollet, Luis Tirado, acompañado por el concejal de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, Roger Bayó, y la concejala de Turismo, Eva Herrera, el párroco Mossèn Josep Gassó, personal técnico municipal y arquitectos, visitaron el pasado martes, 10 de diciembre, las obras del campanario de la iglesia de Sant Esteve de Ripollet, que acaban de finalizar. La intervención ha consistido, por un lado, en la consolidación y refuerzo estructural del campanario, así como en la reparación de los daños existentes, y por otro, en la adecuación y mantenimiento de los espacios, que permitan un uso público, con la visita a ese elemento patrimonial.

La obra y su ejecución han sido dirigidas por la arquitecta Gemma Bufí y el arquitecto técnico David Guri y la han llevado a cabo tres empresas adjudicatarias, en función de las tareas a realizar. El proyecto de rehabilitación se ha realizado en base al Estudio de Estabilidad Estructural redactado entre los años 2020 y 2021 por Marta Torras, donde se analizó el comportamiento estructural y de materiales del campanario, se identificaron las posibles causas de aparición de grietas estructurales y se analizó la estabilidad estructural de la torre y la capacidad portante de los forjados, para acabar con recomendaciones y una propuesta actuaciones en relación a la estructura y la seguridad.

Las obras han sido financiadas, en su mayor parte, por la Diputación de Barcelona, ​​que otorgó una subvención de 187.000€, en el marco del programa sectorial de rehabilitación y mejora de edificios, edificaciones y yacimientos arqueológicos locales con valores patrimoniales. La Parroquia de Sant Esteve ha aportado 7.000 € y el Ayuntamiento 6.000 €.

Imagen del interior del campanario, donde se pueden ver los trabajos de restauración

Un campanario que se podrá visitar


El nuevo campanario, que data de 1892, se encuentra anexado a la fachada principal y es de los pocos estilos modernistas que había en Cataluña cuando se construyó. El campanario de por sí es un edificio con virtudes constructivas y estilísticas ya pesar de su sencillez tiene un diseño muy cuidado.

El pasado mes de enero, el Pleno aprobó por unanimidad la declaración de especial interés de las obras de rehabilitación y conservación del campanario de la iglesia de Sant Esteve. El objetivo es conservar este edificio, declarado Bien Cultural de Interés Local en 2010, así como adecuar los espacios para su uso público como elemento patrimonial visitable. Además del uso tradicional del campanario que tiene en la actualidad (toque de campanas litúrgicas, reloj público y pararrayos), ha querido adecuarse para permitir la visita pública controlada al campanario hasta el nivel de campanas y mirador. También se ha querido dejar vista la sobrecubierta de la iglesia, popularmente llamada “la buhardilla de las brujas”, actualmente no accesible a través de la escalera del campanario, así como la mejora de las condiciones de acceso y seguridad mantenimiento de la cubierta del campanario y de las instalaciones situadas en el coronamiento. Así quedó recogido en el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y la Parroquia de Sant Esteve de Ripollet, firmado en mayo de 2022, para sacar adelante de forma conjunta el proyecto de obras, y ahora habrá que trabajar en el convenio que regule los usos del campanario.