Entre les blancas y negras
y las llamadas corcheas,
semifusas y redondas,
semicorcheas y fusas:
en la bahía gaditana,
andas bailando sus musas.
La magia de sus dedos
llenos de virtuosidad,
acarician el salitre
que se desprende del amar;
es una sal prodigiosa
que es poesía y cantar.
Al acariciar las teclas
sus dedos temblando están
y Felipe Campuzano
que es maestro singular,
les habla poéticamente
con su verbo digital.
Y así nacen “Las salinas”
que surgidas de la mar
cobran vida en el teclado
sin poderlo remediar;
qué, el maestro Campuzano,
las incita a cantar.
Francisco Barbachano