La Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech (UPC) y los ayuntamientos de Mollet del Vallès, La Llagosta y Santa Perpètua de Mogoda han firmado este viernes un convenio que permitirá realizar un estudio de la calidad del aire hasta el año 2028 a través de un innovador sistema de red de sensores para la identificación y la cuantificación de las familias químicas de los contaminantes orgánicos volátiles (COVs) en inmisión durante estos episodios. El estudio, que llevará a cabo el Laboratorio del Centro de Medio Ambiente de la UPC, se iniciará el próximo mes de octubre y tendrá una duración de cuatro años. El proyecto cuenta con un presupuesto de 298.950 euros, asumidos a partes iguales por las tres corporaciones municipales.

Los ayuntamientos de La Llagosta, Mollet del Vallès y Santa Perpètua de Mogoda trabajan conjuntamente desde hace casi dos años, después de que diferentes episodios de malos olores en el mes de agosto de 2022 les llevaron a sumar esfuerzos para identificar su procedencia y colaborar conjuntamente para procurar un mínimo impacto sobre el medio ambiente y mayor bienestar y salud pública de la ciudadanía.

La propuesta de realizar el estudio, aprobada por los plenarios, nace de la necesidad de los tres municipios vallesanos de detectar de manera científica y técnica los episodios de contaminación y dar respuesta a la ciudadanía ante episodios de contaminación atmosférica con malos olores y otros que no emiten olor, pero que pueden ser perjudiciales para la salud de las personas.

Entre los compuestos a identificar y cuantificar destacan alcanos, hidrocarburos aromáticos, alcoholes, cetonas, aldehídos, clorados, organonitrogenados, organosofrados, ésteres, éteres, glicoles y ácidos carboxílicos. Estos compuestos, que son los principales generadores de los episodios de olor, no están habitualmente caracterizados en los focos emisores del país y su evaluación permite determinar el potencial impacto de las actividades sobre su entorno. Una parte de ellos corresponden a compuestos tóxicos, nocivos, irritantes, carcinógenos, y son los principales generadores de los episodios de olor.

El trabajo no incluirá los contaminantes que ya se miden en las cabinas de la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica (XVPCA) de la Generalidad de Cataluña (NO, NOx, SO2, PM, O3, CO) y/o en las unidades móviles de la Generalitat y de la Diputación de Barcelona.

15 estaciones de sensores por el territorio


La primera fase del proyecto consistirá en el estudio del tipo de contaminantes potenciales que se presentan en el territorio, a partir del análisis de las diferentes actividades que se desarrollan, a fin de disponer de mapas de impacto de la situación actual . Estos mapas se realizarán mediante modelización numérica y permitirán determinar el impacto de las actividades emisoras potenciales sobre su entorno a lo largo de los distintos días del año y de las distintas horas del día.

Con estos datos, en la segunda fase del proyecto, el Laboratorio del Centro de Medio Ambiente desarrollará e instalará cinco estaciones de sensores por municipio, con tecnología propia, que permitirán un registro en continuo de los valores relativos de COVs presentes en el aire . Se creará, por tanto, una red de sensores por municipio, que se complementará con los datos registrados por las estaciones meteorológicas municipales. En total, se instalarán 15 estaciones de sensores en el territorio, que se irán desplegando progresivamente.

Adicionalmente, se tomarán muestras de episodios integrados por municipio en períodos de episodios de COVs. Estas muestras permitirán identificar los contaminantes presentes, sus posibles fuentes emisoras y facilitar la adopción de medidas de prevención y mejora de la calidad del aire.

Se tomarán 20 muestras de episodios anuales por municipio durante una campaña que se priorizará durante el período de máximo impacto de las actividades emisoras sobre el territorio. En tres años se habrán tomado unas 192 muestras, que permitirán definir los niveles de inmisión de un amplio espectro de COV en períodos episódicos y de la calidad del aire que se respira.

En paralelo a estos trabajos, los tres ayuntamientos vallesanos implantarán un sistema de participación ciudadana para que los vecinos puedan informar de forma ágil y con detalle cada vez que detecte un episodio, y cruzar y compartir estos datos con los demás municipios y el Laboratorio del Centro de Medio Ambiente de la UPC.

En la presentación del convenio, el 31 de mayo, el rector de la UPC, Daniel Crespo, ha afirmado que “la UPC da cumplimiento, con este convenio, a su misión como universidad: contribuimos, mediante la investigación y la transferencia de la tecnología, en el bienestar de las personas. En este caso, lo hacemos poniendo el Laboratorio del Centro de Medio Ambiente de la Escuela de Ingeniería de Barcelona Este (EEBE) al servicio de los tres ayuntamientos, que necesitan dar respuesta a su ciudadanía en relación a un problema ambiental”.