Este martes, 19 de septiembre, se han presentado los restos neandertales procedentes del yacimiento de Cova Simanya en Sant Llorenç Savall, situado en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y del Obac. El conjunto está formado por 54 restos neandertales correspondientes a, al menos, tres individuos, lo que le convierte con el más importante de Catalunya y uno de los más relevantes de la Península Ibérica.

Al acto han asistido representantes del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña; de la Diputación de Barcelona; el director del Museo de Arqueología de Cataluña (MAC), Jusèp Boya Busquet; representantes del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-BÚSQUEDA) y de la Universidad de Barcelona y el Catedrático de Prehistoria y director del Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Barcelona (SERP-UB), el Dr. Josep Maria Fullola, junto con los codirectores de la excavación, el dr. Juan Ignacio Morales, investigador del IPHES-BÚSQUEDA y del SERP-UB, Artur Cebrià, del SERP-UB, y el dr. Antonio Rosas, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales – Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCNM – CSIC) que han contextualizado el yacimiento de Cova Simanya y han presentado los restos neandertales.

La presentación pública de los restos neandertales ha coincidido con la publicación del artículo científico New assemblage of late Neanderthal remains from Cova Simanya (NE Iberia) en la prestigiosa revista científica internacional Frontiers in Earth Science, encabezado por el dr. Morales y Artur Cebrià y por el dr. Rosas (MNCN-CSIC) y en el que han participado también otros investigadores/as procedentes del IPHES-BÚSQUEDA, del SERP-UB, de la Universidad Rovira i Virgili, de la Universidad Autónoma de Madrid, de la Universidad de Santiago de Compostela, de la Universidad de Alicante, del Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra – CSIC, del Instituto Catalán de Paleontología, del Institute for Advanced Study (MIAS), de la Universidad de Bolonia , del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona y del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

La Cova Simanya, un enclave único para el conocimiento de los neandertales

La Cova Simanya (Sant Llorenç Savall), situada en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y del Obac, cuenta con más de 300 metros de recorrido y, por su accesibilidad, ha sido una de las cavidades más visitadas de Cataluña.

«Uno de los objetivos del Parque Natural de San Lorenzo del Munt y el Obac es aproximar a los visitantes al medio natural y al medio geológico y, al mismo tiempo, ofrecer un espacio a la investigación e investigación», explica el director del Parque, Àngel Miño. «La geomorfología del Parque -con agujas, barrancos, paredes, simas y cuevas- es una de las características singulares del espacio. Una de las cavidades más conocidas del macizo de Sant Llorenç es la Cova Simanya, que las personas visitantes pueden conocer con los itinerarios guiados que organizamos desde la Diputación de Barcelona», continúa Miño.

El estudio de un conjunto de materiales depositados en las instalaciones del Museo de Arqueología de Cataluña procedentes de unas intervenciones en los años 1978-79, alertó a los investigadores de la presencia de restos neandertales en la Cova Simanya. Este hecho incentivó a los investigadores iniciar un proyecto de investigación en 2020 con los objetivos principales de estudiar sus restos fósiles humanos y su contexto arqueopaleontológico. Paralelamente, los trabajos de excavación recientes han permitido reconstruir el origen y la historia de los restos neandertales, así como la recuperación de nuevos. Asimismo, las herramientas de piedra recuperadas, los huesos de animales procesados por los neandertales y las hogueras documentadas sugieren que la Cova Simanya fue un enclave significativo para las poblaciones del Paleolítico medio.

El conjunto publicado está formado por 54 restos neandertales

Los restos corresponden a tres individuos: un adulto, probablemente una mujer, un juvenil de unos 11 o 12 años y un individuo infantil de unos 7-8 años. «De todo el conjunto destaca especialmente el individuo adulto, del que se han identificado restos de ambos brazos, entre ellos un húmero entero y una mano prácticamente completa, y también de los pies, además de diferentes vértebras y costillas» , comenta el dr. Antonio Rosas, Director del Grupo de Paleoantropología del MNCN-CSIC. También se ha identificado hasta 10 piezas dentales y un fragmento de mandíbula. Dos de estos dientes pertenecen al individuo juvenil y los ocho restantes pueden ser compatibles con el individuo adulto, aunque «no se puede descartar la posibilidad de que correspondan a más individuos», añade.

El conjunto presenta rasgos anatómicos inequívocos que permiten adscribirlo claramente a los neandertales. Estos detalles no sólo ayudan a diferenciar a estos individuos de otras especies del género Homo, sino que, además, permiten entender mejor la filogeografía de los neandertales que poblaron Europa antes de la llegada de nuestra especie y Homo sapiens. Según Rosas «los fósiles de la Cova Simanya ayudarán a esclarecer el papel que ha tenido la península Ibérica en la compleja historia evolutiva de los neandertales» En este sentido, el investigador y uno de los mejores expertos internacionales en neandertales dice «hoy empezamos a saber que hay diferentes linajes de esta especie extinguida pero, en estos momentos, todavía no conocemos los motivos de cómo y dónde se originaron. Iberia y la Cova Simanya tienen mucho que decir en este sentido», pronostica.

«Las primeras dataciones realizadas indican que la presencia de neandertales en la Cova Simanya es más antigua que el límite del Carbono 14; es decir, anterior a los 50.000 años» indica el dr. Juan Ignacio Morales, codirector de las excavaciones e investigador del IPHES-BÚSQUEDA y del SERP-UB. Actualmente se están realizando técnicas de datación alternativas que deberían permitir determinar la antigüedad de los restos con una mejor precisión, puntualiza el investigador.

Junto con el uso de la cueva por parte de los Neandertales, los trabajos de campo han permitido constatar que la cavidad también sirvió de refugio de hibernación tanto para el oso pardo como para el oso de las cavernas; un uso que se prolongó, al menos, hasta hace 42.000 años. Mucho tiempo después, la cueva fue utilizada de forma esporádica desde el Neolítico hasta tiempos mucho más recientes, comenta el dr. Morales.