Seis policías fueron asesinados en Sabadell en diciembre de 1990

La vinculación de la banda terrorista ETA con el Valles oriental y Occidental se inició a finales de 1990 y finalizó en marzo de 1992. El Comando Barcelona se había instalado en una casa situada en la Urbanización Can Salgot de Lliçà d’Amunt. El lugar era estratégico. Desde allí podían desplazarse a Sabadell por la C-155 y hacia Ripoll y a Barcelona por la C-17. En un primer momento el Comando Barcelona estaba formado por Jon Félix Erezuma y Joan Carles Monteagudo. A comienzos de 1991 Juan José Zubieta Zubeldia se incorporó al Comando.

Juan José Zubieta Zubeldia había nacido en Lecumberri (Navarra) el 1 de agosto de 1965. En 1988 se incorporó al Comando Nafarroa. Este estaba integrado por Juna María Lizarralde, Susana Arregi, Germán Rubenach y Javier Goldaraz Aldaya. Ese año cometieron dos atentaos con coche-bomba en Pamplona y Estella. También atacaran el Cuartel de la Guardia Civil de Alsasua. El resultado fue de tres muertos y once heridos. El 24 de noviembre de 1989 secuestraron al industrial Adolfo Villoslada, al cual liberaron, tras un rescate de 350 millones de pesetas. El 25 de junio de 1990 se enfrentaron a la Guardia Civil en Foz de Lumbier. Lizarralde y Arregi -según la versión oficial- se suicidaron. Rubenach fue detenido. El sargento de la Guardia Civil, José Luís Hervás Manas, resultó muerto. Zubieta consiguió huir y se escondió en Francia. Así quedó desarticulado el Comando Nafarroa. En 1991 entró a formar parte del Comando Barcelona. El 24 de junio de 1993 fue condenado a 1.311 años de prisión. Estuvo confinado en el penal de Monterroso (Lugo). El 20 de noviembre de 2013, tras 22 años en prisión, en virtud de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos fue excarcelado gracias a la Doctrina Parot.

Jon Félix Erezuma Uriarte era natural de Gernika, donde nació el 23 de mayo de 1963. Estudió peritaje de minas. En marzo de 1984 huyó a Francia. Después de formar parte de varios comandos pasó a la clandestinidad n marzo de 1988. Fue el artífice del atentado de Sabadell. Falleció el 30 de mayo de 1991.

Joan Carles Monteagudo Poco era natural de Valencia, donde nació en 1960. A los pocos meses de vida sus padres fueron a vivir al barrio del Poble Sec de Barcelona. Durante unos años fue trabajador de banca. Con posterioridad se trasladó a vivir a Palau del Vidre (Languedoc-Rosellón). En 1986 formaba parte de Terre Lliure. Podemos decir que esta organización se le quedo pequeña, por eso decidió entrar a formar parte de ETA. Después de la desarticulación del primer Comando Barcelona, Monteagudo se convirtió en uno de los principales y más peligrosos activistas de esta banda terrorista. Falleció el 30 de mayo de 1991.

El primer atentado del segundo Comando Barcelona tuvo lugar en Sabadell. Era el 8 de diciembre de 1990. Un coche bomba estalló al paso de una furgoneta de la policía nacional que se dirigía a cubrir un partido de fútbol. En el atentado fallecieron Miguel Marco Martínez, Ramón Díaz García, Juan José Escuredo Ruiz, José Gómez Salar, Francisco Pérez Pérez y Eduardo Hidalgo Carzo. El periódico La Vanguardia Publicaba:

Seis policías nacionales resultaron muertos en un atentado perpetrado con un coche bomba, ayer por la tarde cuando se dirigían de servicio en un furgón al estadio de la Nova Creu Alta de Sabadell. Otros dos policías resultaron heridos, así como decenas de personas, entre ellas un niño, que previsiblemente también se dirigía a pie al encuentro entre el Sabadell y el Málaga.

La explosión del coche bomba, que según todos los indicios llevaba la firma de la banda terrorista ETA, se produjo poco antes de las cinco de la tarde en la confluencia de las calles Josep Aparici y Ribot i Sena, a unos quinientos metros de la comisaria, y fue accionado a distancia, probablemente desde la Gran Vía, desde donde los terroristas pudieron huir en dirección a la autopista Barcelona-Terrassa. El coche bomba, un Opel Corsa blanco mal aparcado adrede en la citada esquina, obligó al furgón a detenerse a menos de un metro para poder maniobrar, según testigos”.

El comando provocó una matanza en la casa cuartel de la Guardia Civil de Vic

El 29 de mayo de 1991 el Comando Barcelona de ETA volvió a atentar en Cataluña. Aquel día, un coche bomba teledirigido penetró en el interior de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Vic. En el atentado murieron los agentes Juan Chincoa, Alex y Juan Salas Piriz. También los civiles María Pilar Quesada Araque, Nuria Ribó Perera, Cipriano Díaz Sánchez, Baudilia Luque, Cristina Porras López, Rosa María Muñoz y Vanesa Ruiz Lara. Con respecto al atentado La Vanguardia publicó:

A las 7,30 de la tarde, un coche bomba, que fue introducido poco antes en el patio interior, provocó una enorme explosión que convirtió el edificio de tres plantas en un montón de ruinas, con apenas la fachada en pie. Tres niñas de entre ocho y doce años, el guardia civil Juan Salas Piri, su esposa, su suegra y una joven de 16 años, murieron en la brutal acción, presumiblemente obra de la organización terrorista ETA. “Ha sido ETA, que ha ido a buscar a las familias de los guardias”, declaró con rotundidad un oficial de policía destacado en el lugar.

A las 10 de la noche, entre escenas de gran dolor e indignación, los equipos de rescate pudieron recuperar con vida a una mujer y a una niña de corta edad, todavía con su chupete en la boca presa de llantoEl brutal atentado, que se produce casi medio año después del último perpetrado por ETA en Cataluña que costó la vida a seis policías nacionales en Sabadell, ha producido una gran conmoción social y política.

Desde el atentado de Sabadell la policía sospechaba que el Comandando Barcelona se escondía en Can Salgot en Lliçà d’Amunt. Una casa situada a unos 50 metros del Bar Romero fue la alquilada por un matrimonio de profesores. Al poco tiempo llegaron los tres miembros del Comando Barcelona. El matrimonio no tardó mucho tiempo en desaparecer. Antes del atentado en Vic la mujer le dijo al dueño del bar que ya no le guardara los diarios, pues los habían trasladado a otro centro educativo. Desde hacía dos meses iban a diario a buscarle la prensa. Aquel matrimonio y su acompañantes nunca levantaron sospechas entre los vecinos de Can Salgot. “Venían aquí regularmente. Más la mujer que los otros. Se tomaban un café, un refresco o una copa y se pasaban horas jugando a billar. Todo muy normal”, comentó uno de los asiduos al Bar Romero.

El que nunca apareció por el bar fue Juan José Zubieta Zubeldía. De tanto en tanto salía la jardín de la casa con una gorra calada hasta las cejas. Era el más conocido del Comando Barcelona y su aparición pública podía haber levantado sospechas.

El 29 de mayo de 1991, día del atentado de Vic, algunos vecinos de la zona se percataron que aquellos dos individuos -Monteagudo y Erezuma- empujaban una camioneta blanca. Esta estaba aparcada delante de la casa, en el Passatge d’Anselm Turmeda. Una vez en la calle principal se subieron y la arrancaron sin utilizar el contacto. En aquel momento la maniobra no les llamó demasiado la atención. Todos pensaron que la batería estaba baja y esa era la única forma de arrancar la furgoneta.

Imágenes de la Guardia Civil en la casa que escondía el comando en Lliçà d’Amunt. Foto: Documental 295 dies

El 30 de mayo de 1991, a primera hora de la tarde, entraron en el Bar Romero tres individuos muy mal vestidos y con el pelo largo. Teniendo en cuenta las noticias vistas y oídas por la televisión y la radio, los ahí presentes creyeron que podían ser etarras. El propietario y algún cliente se asustaron. Pidieron poder comer. El propietario, que no quería problemas, comentó a aquellos personajes que sólo servían bocadillos y tapas. Les indicó que a pocos metros había un bar, ahí podrían comer. Esos personajes extraños negaron con la cabeza. Se quedaban. Fuera, en la terraza, se sentaron tres hombres y una mujer. Se pusieron a jugar al dominó. Observaron que no estaban atentos al juego, pues no paraban de vigilar los alrededores. También pidieron comer. Les repitió lo mismo que a los otros. Teniendo en cuenta la contestación del propietario del bar, le contestaron que trajera bocadillos.

Poco después del atentado de Sabadell, un guardia civil de Mollet del Valles, fue al bar. Le preguntó al propietario si había visto alguna cosa rara. Este le contestó que nada anormal había pasado. Le pidió que estuviera alerta, pues sospechaban que por los alrededores se escondían delincuentes.

El comportamiento de Monteagudo y Erezuma no hizo sospechar a nadie que fueran terroristas. Sin embargo, un vecino de la zona, no estaba tranquilo. Era un jardinero que residía en Sabadell y durante la semana vivía en la casa de al lado de los etarras. Francisco Duran Trujillo oía por la noche golpes de martillo. Aquello le hizo sospechar. No era habitual. Como comentó a La Vanguardia: “Creía que eran travestis, porque me dijeron que había con ellos un chica y yo sólo veía hombres. Si hay una mujer debe ser muy fea. Luego me di cuenta de que no, de que era verdad que había una chica y de que ellos eran hombres muy rellenos de juventud. Muy machotes, vaya. Entonces me dije será cosa de drogas. Y, desde luego, al final, acerté, porque siempre pensé que eran etarras”.

La tranquilidad de la zona quedó interrumpida aquella tarde del 30 de mayo de 1991. El propietario del bar oyó como, si de la oreja de uno de aquellos individuos mal vestidos, saliera un pitido. Acto seguido abandonaron el bar. Los que estaban jugando al dominó también se levantaron y se marcharon. La mujer se subió a un SEAT 124 y lo cruzó en el Passatge d’Anselm Turmeda. A continuación disparos, ambulancias y periodistas.

Monteagudo resultó muerto durante el tiroteo con la guarda civil. Erezuma fue herido de gravedad. Ambos fueron trasladados a la Policlínica de Granollers. Uno de los sanitarios de la ambulancia declaró a La Vanguardia: “Uno iba frío, peor el otro estaba consciente. Antes de llegar a Granollers perdió el conocimiento, pero logramos reanimarlo y entro en la sala de urgencias bastante bien. Al llegar pudo oír incluso como la gente de la calle les gritaba: ¡asesinos, asesinos!”. Erezuma fue operado durante dos horas. Tenía afectados los dos campos pulmones, el hígado y el diafragma. Ante la extrema gravedad decidieron trasladarlo al Hospital Clinic de Barcelona. En él ingresó cadáver. El único detenido de aquella operación fue Juan José Zubieta Zubeldia. El 30 de mayo de 1991, quedaba desarticulado el segundo Comando Barcelona. Aquellos “individuos muy mal vestidos y con el pelo largo” y los que jugaban al dominó eran guardia civiles camuflados.

Los atentados de ETA continuaron en la Comarca. El 19 de marzo de 1992 se produjo un doble atentado. El primero contra el agente del grupo de explosivos de la Guardia civil, Enrique Martínez Hernández, en Lliçà d’Amunt. El segundo tuvo como víctima al trabajador Antonio José Martos Martínez, que murió como consecuencia de una bomba. Dicho artefacto fue colocado por Idoia Martínez García en Sant Quirze del Valles.

Enrique Martínez era cabo primero, técnico especialista en desactivación de artefactos explosivos (TEDAX), destinado a la Comandancia de Manresa. A las diez de la noche de aquel 19 de marzo se recibió una llamada telefónica en el Cuartel de la Guardia Civil de Montgat. El interlocutor afirmó ser miembro de ETA. Avisó de la existencia de un vehículo Opel Kadett abandonado en la carretera que une las localidades de Lliçà d’Amunt con Granollers y que el propietario del vehículo estaba encerrado en el maletero de un turismo FIAT Uno, estacionado junto al primero. Cuando llegó la Guardia Civil para desactivar el explosivo, se activó el coche bomba y alcanzó al TEDAX Enrique Martínez. Aún con vida fue trasladado al Hospital de Granollers, donde ingresó cadáver.

Reseña de los dos atentados publicados por La Vanguardia

El coche bomba que mató a José Martos Martínez, hizo explosión a las 7.45 horas en el túnel de la autopista de Barcelona a Terrassa, en el Polígono Industrial de Sant Quirze del Valles. Martos, militante del PCC y CC.OO., pasaba por ahí casualmente.

El atentado de Lliçà d’Amunt tuvo lugar en la parte trasera del Bar L’Aliança, en la calle Mossèn Cinto Verdaguer. Los etarras estuvieron en ese bar, jugando al billar, mientras se televisaba el FC Barcelona contra el Dínamo de Kiev. A pocos metros de ahí, en un montículo elevado -hoy en día hay un bloque de pisos- se posicionaron los etarras para activar a distancia el explosivo. El atentado fue una venganza por la muerte de Monteagudo y Erezuma.

El Comando Barcelona se reestructuró en 1993 y lo integraron Felipe San Epifanio Pipe, Gregorio vicario Setién, Rosario Ezquerra López de Nanclares, Dolores López Resina Lola y Benjamín Ramos Vega. Se volvió a organizar en 1995 y en 2001. Este comando asesinó a Ernest Lluch y a los concejales del PP Francisco Cano Consuegra y José Luis Ruiz Casado. Algunos miembros del comando ayudaron a perpetrar el atentado de Hipercor, el 19 de junio de 1987. Dos de ellos son de nuestra Comarca.

Benjamín Ramos Vega fue detenido en Berlín el 38 de enero de 1995. Se le acusaba de haber facilitado dos pisos al Comando Barcelona. Entró en ETA por su amistad con Dolores López Resina. En 1996 fue extraditado a España. En 1997 la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, lo juzgó por colaboración con banda armada y lo condenó a 11 años de cárcel. Ramos –que declaró estar enfermo de SIDA para impedir su extradición- ingresó en la prisión de Quatre Camins (La Roca del Valles). El 22 de junio de 2001 Ramos abandonó Quatre Camins. Se le suspendió temporalmente la condena y se le puso en libertad por razones humanitarias, al asegurarse que tenía una enfermedad irreversible. Había cumplido casi cinco años de cárcel y todo el tiempo que pasara fuera de ella no computaría para reducir la condena. Sus abogados afirmaron que se encontraba en fase terminal por el SIDA. Benjamín Ramos Vega, vive en Can Bassa (Granollers).

Lola Lopez, de Granollers, considerada una «presa Política» por sectores independentistas

Dolores López Resina, Lola, participó en los secuestros de Cosme Delclaux y José María Aldaya. De niña se trasladó con su familia a Granollers. Como colaboradora del Comando Barcelona era responsable de su infraestructura. Después de la muerte de Monteagudo y Erezuma huyó a Santander y se integró en el Comando Mugarri. El 23 de septiembre de 2001 fue detenida en Dax (Landas, Francia). El 30 de julio de 2008 fue condenada a 102 años de cárcel como cómplice del atentado perpetrado con coche-bomba en febrero de 1992 en el barrio de La Albericia de Santander. En aquel atentado murieron 3 personas y 20 resultaron heridas. El 23 de noviembre de 2008, Lola López Resina fue condenada a 22 años de cárcel por delitos de depósito de armas y tenencia de explosivos encontrados en los pisos del Comando Barcelona.

César Alcalá

Historiador y escritor