Abigail Mora Sanz Psicòloga General Sanitària i Forense Núm.Col. 16385

En nuestra sociedad actual el valor que se otorga al cuerpo y la apariencia física ha ido cobrando más importancia con el paso de los años. Los medios de comunicación promueven incansablemente la necesidad de tener un cuerpo delgado, esbelto, fibrado, firme y sin las marcas propias del paso del tiempo. Además, cada vez más se asocia el éxito con una imagen física determinada, vendiendo la idea de que se puede conseguir moldear el cuerpo a nuestro antojo con productos, dietas y ejercicios.

El concepto de imagen corporal se refiere a la manera en que cada uno se percibe, imagina, siente y actúa respecto al propio cuerpo. Esta imagen es una construcción de nuestra mente, hecho por el que no necesariamente tiene relación con la apariencia física real, sino que una construcción activa y subjetiva. Es importante saber que no se trata de una imagen estática, sino que se va construyendo y cambiando a lo largo de nuestra vida, con nuestras interacciones, nuestra cultura y nuestras experiencias de la vida. La belleza es un concepto aprendido y la norma cultural sobre ella, cambia con el tiempo.

Así, la imagen corporal es construida subjetivamente y cambia a lo largo de la vida, viéndose afectada por múltiples factores. Por dichos motivos, es normal que algunos días nos sintamos más cómodos con nuestro cuerpo e imagen, y que, por el contrario, otros días nos sintamos más inseguros con ello.

Se habla de insatisfacción corporal cuando la percepción del propio cuerpo es esencialmente negativa, con una o algunas partes, o con la globalidad del cuerpo. Esta imagen y percepción de nuestro cuerpo afectan y condicionan nuestro estado de ánimo y nuestras emociones. Cuando esta insatisfacción permanece en el tiempo, o bien, condiciona nuestro estado de ánimo de forma significativa, la persona puede llegar incluso a juzgarse exclusivamente en términos de figura y peso, convirtiéndose en el eje central de sus pensamientos y del día a día.

La insatisfacción corporal se intenta mitigar o subsanar a través de la realización de dietas, ejercicio físico desmesurado, uso de productos de belleza y otras conductas y estilos de vida que no terminan de cumplir el objetivo deseado puesto que el problema no suele estar en nuestro cuerpo sino en la imagen mental que tenemos de éste. Todo ello solo logra generar más frustración y sentimientos de poca valía personal, afectando cada vez más a la autoestima y al concepto que tiene la persona de sí mismo. 

Las personas con insatisfacción de la imagen corporal pueden acabar distorsionando su propia autoimagen viéndose ésta influenciada por sus emociones y los pensamientos negativos sobre sí misma. Además, suelen pasar gran parte de su tiempo mirando su imagen espejos o aparadores, observando algunas partes de sus cuerpos que les desagradan, comparándose con otras personas de su mismo sexo o, incluso, admirando e idealizando personajes famosos iconos de belleza actual.  Esta focalización constante en su imagen y su cuerpo va cobrando fuerza con el tiempo, llegando a convertirse en el centro de atención de su día a día.

Señales de una imagen corporal positiva.

– La persona tiene una percepción clara y real sobre cómo es su cuerpo y su imagen.

– La persona se siente segura y cómoda dentro de su propio cuerpo.

– La persona acepta y se siente satisfecha con su cuerpo, su imagen y su apariencia.

– La persona es capaz de valorar y apreciar su cuerpo, siendo consciente de que sólo es una parte de su conjunto como persona. Prioriza otros aspectos de su persona para definir su identidad. 

– La persona luce y muestra su cuerpo tal y como es, sin esconderse tras algún tipo de prendas o evitar determinadas situaciones en las que pueda verse más expuesto.

Señales de una imagen corporal negativa

– La persona tiene una percepción distorsionada de su cuerpo, viéndolo diferente de cómo es realmente. En muchas ocasiones, las emociones y los pensamientos negativos sobre uno mismo condicionan y determinan esta distorsión.

– La persona se siente ansiosa y avergonzada de sí misma y de cómo es su físico.

– La persona se siente incómoda y angustiada con su propio cuerpo. Es capaz de rechazar su cuerpo o algunas partes de éste.

– La persona inicia comportamientos o conductas obsesivas para modificar o alterar la forma o tamaño de su cuerpo o de algunas.

– La persona puede llegar a evitar ciertas situaciones en las que su cuerpo pueda verse más expuesto (playas, piscinas, fiestas…)

– La visualización de su cuerpo afecta a su estado de ánimo llegando a condicionar su día a día.

– La persona puede iniciar ciertos comportamientos para modificar su cuerpo que, cuando se pierde el control, llegan a poner en peligro la integridad de la persona (dietas restrictivas, pastillas para quemar grasa, ejercicio excesivo…)

Cuando la imagen que tenemos de nuestro cuerpo afecta a nuestro estado de ánimo provocando emociones desagradables de rechazo, tristeza, impotencia y desmotivación, podemos hallarnos ante un problema psicológico que puede desencadenar un desordenes alimentarios o un trastorno dismórfico corporal.  La insatisfacción con la imagen corporal puede llegar a ser el primer paso para desarrollar trastornos de la conducta alimentaria (trastorno por atracón, bulimia, anorexia) y trastornos de la imagen corporal (trastorno dismórfico corporal). Las personas con una imagen corporal negativa tienen más riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria, así como de tener una baja autoestima e inseguridades, síntomas depresivos, conductas obsesivas y aislamiento social. La clave para tener una imagen corporal positiva que favorezca nuestro bienestar es aceptar la forma natural del nuestro cuerpo, aprender a observar nuestra imagen de forma diferente, aprender a gestionar y controlar las emociones y pensamientos negativos sobre el aspecto físico, y legitimar nuestro cuerpo y a nosotros mismos como personas con una identidad constituida más allá de un cuerpo.

En caso de sospechar de problemas de insatisfacción con la imagen corporal, baja autoestima, desordenes alimentarios u otros, no dude en contactar con nuestra especialista para resolver sus dudas