Los vecinos durante la cacerolada

¿Quién dice que la presión popular no sirve para nada? Las protestas y caceroladas de los vecinos de la Llagosta parece que han logrado intimidar a los okupas que hace una semana entraron en seis pisos de la calle Sant Francesc y ahora ya sólo queda uno. Este jueves únicamente quedaba un ocupante ilegal en el piso 2º 2ª.

Según han sabido los vecinos a través del banco propietario de todo el bloque, a pesar de ello aún no pueden acceder a sus futuras viviendas ya que el juez no lo permite. El juez de Mollet tiene de autorizar que se abran los pisos y certificar que allí no queda nadie.

Muchos vecinos de la Llagosta han participado estos días en concentraciones delante del bloque para presionar a los ocupe de que la semana pasada entraron ilegalmente en unos pisos que estaban en trámites de adquirir una docena de familias de la localidad.

El viernes pasado, los Mossos identificaron a los ocupantes ilegales: se trataba de seis personas de nacionalidad española, marroquí y sudamericana, algunos de ellas son ex presidiarios.