Miles de patos han tenido que ser sacrificados para evitar que la epidemia se extienda

El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación ha ordenado el sacrificio de los 380 patos de una granja situada en Lliçà d’Amunt. El sacrificio se ha ordenado como prevención ante el foco de gripe aviaria que ha surgido en Catalunya. En la granja se ha detectado la presencia del virus que provoca esta enfermedad animal.

Según la conselleria, esta explotación ha recibido en los últimos 30 días, igual que otras cinco granjas, patos para engordar de la explotación de Sant Gregori, en Girona, donde ha detectado un foco de gripe aviar. La decisión se ha tomado después de que se haya visto que el la epidemia, que no afecta a las personas, es muy virulenta entre las aves. En total se han ordenado el sacrifico de unos 7000 patos. La medida afecta a un total de seis granjas de patos de toda Cataluña. Todas están situadas en las comarcas de Girona excepto la de Lliçà d’Amunt y en todas se ha detectado la presencia del virus que provoca la epidemia.

Aparte de estas explotaciones, se han inmovilizado los animales de todas las explotaciones que hay en un radio de tres kilómetros a la redonda. También se harán controles en las granjas situadas en un entorno de diez kilómetros alrededor de la explotación.